QORILAZOS, ABIGEOS Y COMUNIDADES CAMPESINAS EN LA PROVINCIA DE CHUMBIVILCAS (Cusco)
COMPILADO POR: ALVARO HILARIO CASTAÑEDA ASENCIO
Deborah A. Poole
“En conclusión el Señor Diputado manifestó
que no quería ir ningún enviado del Gobierno
por temor a la Provincia”,
“cura de Santo Tomás
Al Comité Pro-Refacción del
Templo de Santo Tomás; Lima, 1926
(AAC. C.1I.2.25)
En este trabajo se tratan algunos aspectos del desarrollo histórico-territorial en las provincias altas del Cusco como manera de reflexionar sobre la naturaleza de la comunidad campesina contemporánea. Los temas del desarrollo regional que examinaré son (a) la creación de lo que llamaré un territorio “vacío”; (b) el mantenimiento de este “vacío” a través de la separación entre los ámbitos del poder político y del poder económico; ósea, entre el Estado y su presencia rural por un lado, y los grupos de poder local, por el otro; (c) la consecuente creación de un territorio, y de una sociedad, percibidos como si existieran al margen del control del Estado, y (d) la expresión de este status “extra-legal” o “extra-estatal” en una ideología individualista y gamonalista y en sus correlativas relaciones cotidianas de clase, relaciones caracterizadas, en este caso, por el alto desarrollo ideológico y hasta la folklorización de temas como la violencia, el machismo, el bandolerismo, la soledad.
Aunque el caso aquí estudiado presenta una versión aparentemente exagerada del predominio de tales temas —la famosa provincia de Chumbivilcas, tierra de “los hombres bravos”, “hombres guapos”, los “qorilazos”, los “toros matreros”, etc.- creo que ejemplifica bien dos motivos comunes a la formación histórica de, tal vez, toda comunidad campesina en el Perú (o posiblemente en los Andes). Por un lado, el hecho de que las estrategias tanto individualistas como comunales a que recurren los actores sociales dentro de la sociedad campesina, están condicionadas por una serie de formaciones territoriales, políticas e ideológicas propias de la formación de clases sociales dentro de una región particular (y no solamente dentro de una comunidad, como nos sugieren algunos estudios de la diferenciación campesina).
Por otro lado, creo que el caso de la provincia de Chumbivilcas, conocida como refugio de bandoleros, abigeos, asaltantes, y otros géneros de criminales (algunos reales y otros imaginarios) no es un caso único -como creen sus habitantes- sino la simple agudización de una constelación de factores históricos, económicos y políticos que determinan el carácter específico de la ambigua ligazón entre comunidad campesina y Estado. Esta ligazón está mediada, en éste y otros casos, por poderes locales cuyos intereses radican en debilitar y hegemonizar cualquier contacto, o confrontación, directa entre los dos[2].
En lo que sigue, analizo estos temas a través de un esbozo histórico del territorio y sociedad chumbivilcanos. En vez de presentar esta historia regional dentro de un paradigma que pretende explicar “la comunidad campesina” como producto empírico de una serie de acontecimientos seleccionados para acabar dentro de nuestros esquemas historicistas, he preferido enfocarla discusión sobre cuatro expresiones de la ideología territorial. Las confluencias o intercalaciones entre estas diversas manifestaciones ideológicas, ayudarán a reevaluar lo que significa el mismo concepto de “comunidad” en el mundo andino del siglo XX, y la manera en que un manejo demasiado empírico de esta idea de comunidad nos previene entender su importancia en la vida cotidiana de los campesinos contemporáneos. Así en primer lugar veremos cómo los ayllus chumbivilcanos prehispánicos manifestaban un concepto de “comunidad'' cuya vigencia dependía de la dispersión territorial. Sugerimos que ia política colonial dislocaba las antiguas redes sociales unificando este territorio disperso, para despúes establecer poblaciones o “comunidades” concentradas, o localizadas. Después veremos cómo las divisiones y conflictos sociales dentro de estas nuevas sedes localizadas fueron explotadas en la creación de una nueva economía colonial, basada en una noción de “comunidad” totalmente distinta a la que regía en la articulación del ayllu prehispánico. En el siguiente ensayo veremos cómo las punas mayormente vacías que quedaban entre estas nuevas sedes poblacionales venían a ser la cuna de un temido grupo de poder local. Un análisis de la ideología propia de esta clase gamonal revelará cómo los intereses de este grupo radicaban justamente en mantener las tierras ‘'bravas’' de Chumbivilcas como feudo suyo, y como una cuña para separar la órbita del poder estatal y del poder económico local o terrateniente. Los mecanismos de dominación usados para tal fin incluían —e incluyen— no solamente los estrictamente económicos (p.e., monopolización de la tierra), sino también los criminales y violentos. El ejemplo de esta forma de dominación que tomaré sera' el abigeato, una actividad cuya ideología gamonalista sigue dominando aún después de la Reforma Agraria, justamente por su contenido altamente individualista, divisor y alienante con respecto a casi cualquier intento de unificación colectiva. A manera de conclusión, sugeriré como esta ideología, que es producto de la estructura territorial y de las alianzas de clases propias de Chumbivilcas, se manefiesta en las tácticas de resistencia y sobrevivencia adoptadas por algunas comunidades chumbivilcanas actuales. Planteare que estas tácticas demuestran una dispersión estructural característica de muchas comunidades andinas, aunque ignorada por aquellos análisis teóricos o políticos que optan por tratar la comunidad como un ideal empírico sin flexibilidad en su forma de organización y divorciada a los múltiples practicas y personalidades que la conforman.
I.
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