domingo, 13 de enero de 2013

HISTORIA DE CHUMBIVILCAS



QORILAZOS, ABIGEOS Y COMUNIDADES CAMPESINAS EN LA PROVINCIA DE CHUMBIVILCAS (Cusco)

COMPILADO POR: ALVARO HILARIO  CASTAÑEDA ASENCIO
Deborah A. Poole
“En conclusión el Señor Diputado manifestó
que no quería ir ningún enviado del Gobierno
por temor a la Provincia”,
“cura de Santo Tomás
Al Comité Pro-Refacción del
 Templo de Santo Tomás; Lima, 1926
 (AAC. C.1I.2.25)


En este trabajo se tratan algunos aspectos del desarrollo histórico-territorial en las provincias altas del Cusco como manera de reflexionar sobre la natura­leza de la comunidad campesina contemporánea. Los temas del desarrollo re­gional que examinaré son (a) la creación de lo que llamaré un territorio “va­cío”; (b) el mantenimiento de este “vacío” a través de la separación entre los ámbitos del poder político y del poder económico; ósea, entre el Estado y su presencia rural por un lado, y los grupos de poder local, por el otro; (c) la consecuente creación de un territorio, y de una sociedad, percibidos como si existieran al margen del control del Estado, y (d) la expresión de este status “extra-legal” o “extra-estatal” en una ideología individualista y gamonalista y en sus correlativas relaciones cotidianas de clase, relaciones caracterizadas, en este caso, por el alto desarrollo ideológico y hasta la folklorización de temas como la violencia, el machismo, el bandolerismo, la soledad.
Aunque el caso aquí estudiado presenta una versión aparentemente exage­rada del predominio de tales temas —la famosa provincia de Chumbivilcas, tie­rra de “los hombres bravos”, “hombres guapos”, los “qorilazos”, los “toros matreros”, etc.- creo que ejemplifica bien dos motivos comunes a la forma­ción histórica de, tal vez, toda comunidad campesina en el Perú (o posible­mente en los Andes). Por un lado, el hecho de que las estrategias tanto indivi­dualistas como comunales a que recurren los actores sociales dentro de la so­ciedad campesina, están condicionadas por una serie de formaciones territo­riales, políticas e ideológicas propias de la formación de clases sociales dentro de una región particular (y no solamente dentro de una comunidad, como nos sugieren algunos estudios de la diferenciación campesina).

Por otro lado, creo que el caso de la provincia de Chumbivilcas, conocida como refugio de bandoleros, abigeos, asaltantes, y otros géneros de criminales (algunos reales y otros imaginarios) no es un caso único -como creen sus habi­tantes- sino la simple agudización de una constelación de factores históricos, económicos y políticos que determinan el carácter específico de la ambigua ligazón entre comunidad campesina y Estado. Esta ligazón está mediada, en éste y otros casos, por poderes locales cuyos intereses radican en debilitar y hegemonizar cualquier contacto, o confrontación, directa entre los dos[2].

En lo que sigue, analizo estos temas a través de un esbozo histórico del te­rritorio y sociedad chumbivilcanos. En vez de presentar esta historia regional dentro de un paradigma que pretende explicar “la comunidad campesina” co­mo producto empírico de una serie de acontecimientos seleccionados para acabar dentro de nuestros esquemas historicistas, he preferido enfocarla dis­cusión sobre cuatro expresiones de la ideología territorial. Las confluencias o intercalaciones entre estas diversas manifestaciones ideológicas, ayudarán a reevaluar lo que significa el mismo concepto de “comunidad” en el mundo andino del siglo XX, y la manera en que un manejo demasiado empírico de es­ta idea de comunidad nos previene entender su importancia en la vida cotidia­na de los campesinos contemporáneos. Así en primer lugar veremos cómo los ayllus chumbivilcanos prehispánicos manifestaban un concepto de “comuni­dad'' cuya vigencia dependía de la dispersión territorial. Sugerimos que ia po­lítica colonial dislocaba las antiguas redes sociales unificando este territorio disperso, para despúes establecer poblaciones o “comunidades” concentradas, o localizadas. Después veremos cómo las divisiones y conflictos sociales den­tro de estas nuevas sedes localizadas fueron explotadas en la creación de una nueva economía colonial, basada en una noción de “comunidad” totalmente distinta a la que regía en la articulación del ayllu prehispánico. En el siguiente ensayo veremos cómo las punas mayormente vacías que quedaban entre estas nuevas sedes poblacionales venían a ser la cuna de un temido grupo de poder local. Un análisis de la ideología propia de esta clase gamonal revelará cómo los intereses de este grupo radicaban justamente en mantener las tierras ‘'bra­vas’' de Chumbivilcas como feudo suyo, y como una cuña para separar la órbi­ta del poder estatal y del poder económico local o terrateniente. Los mecanis­mos de dominación usados para tal fin incluían —e incluyen— no solamente los estrictamente económicos (p.e., monopolización de la tierra), sino tam­bién los criminales y violentos. El ejemplo de esta forma de dominación que tomaré sera' el abigeato, una actividad cuya ideología gamonalista sigue domi­nando aún después de la Reforma Agraria, justamente por su contenido alta­mente individualista, divisor y alienante con respecto a casi cualquier intento de unificación colectiva. A manera de conclusión, sugeriré como esta ideología, que es producto de la estructura territorial y de las alianzas de clases propias de Chumbivilcas, se manefiesta en las tácticas de resistencia y sobrevivencia  adoptadas por algunas comunidades chumbivilcanas actuales. Planteare que estas tácticas demuestran una dispersión estructural característica de muchas comunidades andinas, aunque ignorada por aquellos análisis teóricos o políticos  que optan por tratar  la comunidad como un ideal  empírico sin flexibilidad  en su forma de organización y divorciada a los múltiples practicas y personalidades que la conforman.

       I.         

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