¿Qué futuro nos ofrecerán los descubrimientos científicos y adelantos tecnológicos?
La creación de los primeros asentamientos humanos importantes en el Neolítico gracias a la agricultura y ganadería provoca el surgimiento de las primeras sociedades civilizadas.
Posteriormente, en las primeras civilizaciones (Egipto, Mesopotamia, etc.) se crea la escritura y, con ella, las primeras ciencias (Matemáticas, Astronomía, Geometría) comienzan a desarrollarse.
hemos progresado muy de prisa, pero nos hemos encarcelado a nosotros, el maquinismo que crea abundancia nos deja en la necesidad , nuestro conocimiento nos hizo cínicos, nuestra inteligencia duros y secos, pensamos demasiado y sentimos muy poco. Mas que maquinas necesitamos humanidad, mas que inteligencia tener bondad y dulzura, sin estas cualidades la vida será violenta, se perderá todo, los aviones y la radio nos hace sentirnos mas cercanos, la verdadera naturaleza de estos invento exige la bondad humana, exige la hermandad universal que nos una a todos nosotros,
lunes, 21 de marzo de 2011
EL DESARROLLO Y LA CULTURA EN EL MUNDO GLOBALIZADO
Las ideas que traigo a este panel, no son ni personales ni nacionales. Para la organización no gubernamental que represento es un honor traer a este foro universal, la suma de muchas y diversas voces de todo el mundo, respaldadas por el talento y largos años de trabajo consagrados a la investigación de los problemas cardinales de nuestra época, en particular el desarrollo.
La Asociación Nacional de Economistas de Cuba, que presido, y la Asociación de Economistas de América Latina y el Caribe (AEALC), viene organizando desde hace dos años, en La Habana, encuentros internacionales de economistas sobre Globalización y problemas del desarrollo. El primero se efectuó en Enero del año 1999 y el segundo, entre el 24 y el 28 de Enero del año 2000.
En ambos foros se han reunido más de 1000 economistas y otros cientistas sociales, de más de 50 países y funcionarios y expertos de 16 organismos internacionales, principalmente de la Organización de las Naciones Unidas. Traemos, igualmente, el consenso resultante del Primer Forum Internacional de Organizaciones No Gubernamentales del Sur, referido a los retos de la globalización para la región más dolida de nuestro planeta, un evento que coauspiciamos, junto a otras tres ONGs cubanas, en los primeros días de marzo de este año como antecedente de la Cumbre del llamado Grupo de los 77en La Habana.
Las preocupaciones de los expertos participantes en todas estas reuniones se expresan en intensas jornadas de debate en plenario de lo que ya muchos reconocen como el único escenario donde confrontan sus teorías, sin fundamentalismos excluyentes, los representantes de todas las escuelas de pensamiento de nuestra época.
Lo primero que pudiera decirles es que en todas esas citas ha concitado profundo interés la interrelación cultura-desarrollo en el contexto de la globalización, reconocida esta última como un proceso objetivo, complejo y contradictorio, que transcurre al margen de nuestra voluntad y que suele identificarse con la forma de funcionamiento del mecanismo económico capitalista en las condiciones contemporáneas, de fuerte acumulación del capital transnacional.
Analizado este fenómeno desde diferentes concepciones de la teoría económica, especialmente la neoclásica, neokeynesiana, estructuralista, marxista y neoliberal, la polémica ha encontrado su punto coincidente en la conveniencia de que las alternativas propuestas para encauzar el desarrollo no sólo analicen el plano fenoménico de los hechos económicos, sino que también encuentren las relaciones causales del subdesarrollo y de las desigualdades imperantes en la economía mundial.
Se coincide igualmente en la necesidad de llevar a cabo transformaciones estructurales diseñadas endógenamente, que propicien a las economías más atrasadas su inserción en estadíos superiores de las cadenas productivas y de servicios internacionales y dinamizar las exportaciones, especialmente las de alto valor agregado.
Naturalmente se resalta la dimensión económica de la globalización, pero crece el número de quienes ponen énfasis en la cultural, y en general prevalece el criterio de su multidimensionalidad.
La dimensión cultural del desarrollo es la que permite integrar el mayor número de factores (económicos, sociales, éticos, jurídicos, estéticos) al desarrollo, concebido éste como un proceso multidimensional e integral, y la cultura como la síntesis depurada y al mismo tiempo el medidor supremo de la calidad del desarrollo.
Este enfoque permite distinguir mejor la relación entre crecimiento económico y desarrollo humano. Los más recientes informes de los organismos especializados de Naciones Unidas sobre este particular nos permiten confirmar una paradoja percibida por analistas de nuestra región: puede crecer el PIB y reducirse el desarrollo humano, allí donde la polarización social se hace más aguda. Pero el fenómeno inverso también es posible: puede reducirse el PIB y elevarse el desarrollo, cuando prevalece una política de equidad y de justicia social. Por supuesto, lo ideal es que ambos procesos crezcan armónicamente.
Sin el protagonismo de los pueblos, con toda la diversidad de sus culturas, no es posible avanzar en el desarrollo. La globalización o interdependencia entre sociedades de distinto grado de desarrollo, si bien fortalece los valores comunes de la humanidad, minimiza las tradiciones, lenguas e identidades de las naciones no hegemónicas, las cuales ven ahogado su desarrollo cultural específico en una ola de homogeneización o estandarización que anula la principal riqueza del desarrollo humano: la diversidad.
Nuestra época se caracteriza por el entrelazamiento de los hechos y luchas económicas con una superestructura que en modo alguno es pasiva, y en la cual la cultura, en tanto expresión de conciencia social, desempeña un papel progresivamente superior. Cuando los pueblos son movidos por una cultura de justicia social, se amplifica su participación y protagonismo en las transformaciones sociales y no permanecen indiferentes o pasivos ante la invasión de la otra cultura, aquella que hoy, como norma, trasmite el mensaje de una única y posible globalización, en la que, a tenor con el rumbo que actualmente ostenta, cabe solamente el éxito premiado por la riqueza o el fracaso castigado con la pobreza, e incluso más allá, con la exclusión.
Al propio tiempo, en las redes de las telecomunicaciones y las tecnologías de la información global los derechos económicos, sociales y culturales son desconocidos en nombre de la libertad, la misma que se niega al dar prioridad absoluta a los derechos civiles y políticos. Con el sesgo que esa visión dominante impone, el Norte del mundo ha politizado escandalosamente el tratamiento de los derechos humanos y manipulándolos arbitrariamente ha convertido el tema en su modo más falaz de manejar los destinos del Sur. No sobra insistir en que todos los derechos humanos tienen el mismo valor y que la violación de cualquiera de ellos es igualmente condenable, pero lo son doblemente las violaciones masivas de los humanos derechos de sociedades enteras a las que hoy se les está dejando incluso sin derecho a la esperanza.
Sin acceso a la cultura no es posible conquistar la libertad, porque sin cultura no hay libertad posible. La expansión a la escala global de las transnacionales de la información de un pensamiento único destinado a mover a los hombres y mujeres como objetos del omnipotente mercado nos están arrebatando cotidianamente la libertad de pensar con cabeza propia. Nos construyen gustos y necesidades y sobre la base de patrones homogéneos, nos obligan a comprar, a gastar, a consumir... a olvidar que solo con lo que se gasta en publicidad, se podrían construir todos los hospitales, escuelas, universidades, instituciones culturales, que demandan con urgencia nuestros pueblos para superar el primer obstáculo a su desarrollo: la falta del conocimiento.
No puede desestimarse la importancia de que las telecomunicaciones y las tecnologías de punta de información y comunicación, están estrechamente vinculadas a las empresas globales y su altísima competitividad. Gracias a su capacidad para aplicar con eficiencia la información basada en el conocimiento, existen propiamente las empresas globales, pues pueden organizar la producción, el consumo y la circulación, así como sus componentes a escala global: capital, fuerza de trabajo, materias primas, gestión, información, tecnologías, mercados.
Las tecnologías de información y comunicación han potenciado también a niveles impredecibles el movimiento del capital ficticio, en cuanto a espacio y velocidad. Por primera vez en la historia, ha surgido un mercado unificado y global de capitales, que funciona en tiempo real. Los analistas financieros, magos de la informática, sentados en los nodos globales de una red de telecomunicaciones selectiva, apuestan con miles de millones de dólares.
Este nuevo poder del capital financiero que tiene en su estructura global sus propias contradicciones, no puede desplegarse en una onda larga expansiva, porque sólo puede operar, o principalmente puede operar, en el seno de la Tríada, en los grandes centros industrializados; y porque propicia un desempleo estructural creciente, el cual presiona a la contracción de la demanda global.
La masa de ganancias, sin posibilidades de inversión directamente productivas, se dirige hacia el sector financiero, donde su acumulación tiende a generar una burbuja financiera, integrada por múltiples y variadas formas de capital ficticio (los llamados derivados).
Surge la tendencia a privatizarlo todo en forma de capital- propiedad; activos públicos en la esfera de la salud, educación, seguridad social, sistemas penitenciarios, infraestructura energética, telecomunicaciones, todo se cotiza como valores mercantiles en la bolsa. La educación, la salud, la seguridad social, al privatizarse, han dejado así de ser derechos, para convertirse en privilegios, como lo han denunciado repetidamente nuestros analistas, quienes entienden que el camino al desarrollo pasa efectivamente por la conquista del conocimiento, pero no pueden sustraerse a la verdad de que no es posible acceder a ese conocimiento mientras se sigan llevando la riqueza de nuestros pueblos la deuda y sus intereses, a pesar de lo cual no desaparecen sino que cada vez más se convierten en factor de presión sobre las políticas internas a las que se les imponen cortes de fondos sociales en nombre de una competitividad inalcanzable.
En ese contexto se ha ido profundizando el papel de los estados como simples sirvientes de ese mercado financiero, manipulando la tasa de interés, la tasa de cambio monetaria, como garante de deuda y como desregulador del mercado de capitales.
Ante la recesión de la economía productiva y las dificultades para reactivar la producción, mediante la aplicación intensiva de las tecnologías de información y comunicación, la economía también se ha orientado a la industria del entretenimiento.
Una sociedad culta es una sociedad preparada para realizar un trabajo libre y de alta complejidad, para incorporar la ciencia y el arte al proceso productivo y de servicios. El tiempo libre, cuando es ocio creador, potencia la capacidad productiva. Hoy día, el proceso de acumulación sobrepasa el tiempo de trabajo y se extiende al tiempo libre, que es penetrado por la industria de “contenidos”, colonizando el espacio privado en función del consumo, convirtiendo el tiempo de descanso y ocio en tiempo de entretenimiento, y éste en una esfera de acumulación que se despliega a través de la manipulación sociocultural. No sólo se enajena al hombre como trabajador, sino en su propia conciencia cultural: todo se mercantiliza.
En el mundo globalizado, donde el conocimiento es la clave del desarrollo, la brecha tecnológica entre el Norte y el Sur se ahonda más en condiciones de creciente privatización de la investigación científica y de sus resultados.
Los países desarrollados, con el 15% de los habitantes del planeta, concentran el 88% de los usuarios de Internet. Sólo en Estados Unidos hay más computadoras que la suma de las existentes en el resto del mundo. Las grandes potencias económicas controlan el 97% de las patentes a nivel global y reciben más del 90% de los derechos de licencias internacionales, mientras las naciones del Sur en general están excluidas de las posibilidades de utilizar los derechos de propiedad intelectual, y la legislación de patentes no reconoce los conocimientos ni los sistemas tradicionales de propiedad, que son tan importantes en el Sur.
La investigación privada se concentra en las necesidades de los consumidores ricos. Las vacunas, que son las tecnologías más eficientes en relación con los gastos en la atención de salud, pues son capaces de prevenir la enfermedad con una dosis que se administra por una sola vez, producen pocas ganancias y son relegadas respecto a medicamentos que requieren aplicaciones reiteradas y generan ganancias mayores. Los nuevos medicamentos, las mejores semillas y en general las mejores tecnologías, convertidas en mercancías, tienen un precio sólo al alcance de los países ricos. El bloque de países desarrollados, al imponer a los países en desarrollo su escala de valores, su sistema económico y sus formas de gobierno, expande también por el mundo sus hábitos depredadores de consumo. EUA llegó a proponer la descabellada idea de que los países pudieran comprar el derecho de emitir gases tóxicos a la atmósfera. Y esa es apenas una de las infinitas formas de decirnos de qué modo se comporta el poder unipolar, el mayor exportador de ideas de la Historia, que hoy tiene a su servicio todas las ventajas de un proceso que nos envuelve a todos y cuyo alcance perspectivo aun no llegamos a ver: la globalización.
La homogenización cultural es parte de la batalla por imponer y mantener un modelo de dominación que hoy resulta insostenible para el 80% de la humanidad, pero que a la postre terminará por serlo también para el 20% restante.
Por supuesto que no estamos contra la globalización. Sería como estar en contra de la Ley de Gravedad. Pero el signo regresivo que el dominio del modelo neoliberal le ha impuesto, puede y debe corregirse. Como se dijera en la reciente Cumbre del Sur, comparando al profundamente desigual mundo actual con el desafortunado trasatlántico Titanic: “este barco carga demasiada injusticia para mantenerse a flote”.
Conclusiones:
· El papel preponderante asignado al mercado, amenaza con transformar todos los bienes, servicios, factores y valores de nuestros países en mercancías. Esto es particularmente preocupante por sus afectaciones al patrimonio y las identidades culturales de nuestros pueblos.
· No llegan a los países del Sur las oportunidades de creación de nuevas riquezas, derivadas de los grandes avances en las comunicaciones y de la impetuosa Revolución Científico Técnica, debido al atraso de su infraestructura, a la aplicación de estrictos derechos de propiedad intelectual y la asimetría prevaleciente en el acceso al progreso científico técnico a escala mundial.
· Los medios transnacionales de comunicación tratan de imponer hábitos y valores ajenos a nuestras realidades y propenden al consumo irracional en aras de incrementar las ganancias, desconociendo las reales necesidades de los pueblos del Sur.
· En la esfera social es destacable el incremento de las desigualdades entre los países ricos y pobres, así como al interior de cada nación. La globalización va acompañada de la exclusión social y su consiguiente impacto negativo, especialmente sobre la niñez, los ancianos, la juventud, la mujer, los pueblos indígenas y diversas minorías nacionales.
· Hoy más que nunca, la lucha contra la pobreza plantea la necesidad imperiosa de que se cumpla la Resolución de Naciones Unidas sobre el Derecho al Desarrollo y que los Estados de la OCDE, no sólo cumplan con el compromiso de aportar el 0.7% del PIB como ayuda al desarrollo, sino que transfieran una parte de los grandes recursos técnicos, humanos y de “know-how” de que dispone, incluyendo la transferencia de tecnología.
Colegas:
Demasiado tiempo hemos perdido buscando el desarrollo con los estilos acuñados del Norte, asumiendo como verdades las que se fabrican en esa parte del mundo, sin tener en cuenta que su riqueza está amasada con la que fue nuestra. Y agobiados por las deudas que no nos dejan crecer, tampoco nos hemos detenido a contar todo lo que nos deben.
Tenemos que exigir justicia social, en términos de protección al capital humano, no al capital financiero.
La fuerza de nuestras lenguas, de nuestras identidades puede regular los excesos de la actual liberalización.
A los países del Sur les corresponde situar sus demandas al nivel de la inmensa mayoría de los pueblos que representan para acceder a las ventajas de la globalización en condiciones de una igualdad que sólo es posible si se consideran los desniveles de desarrollo. Como parte de ese esfuerzo que sólo será exitoso si lo acompaña la unidad, las ONGs estamos en capacidad de trabajar por rescatar la idea del desarrollo, promover acciones que contribuyan a ese desarrollo integral que asume la cultura como una palanca para mover al mundo; y coadyuvar al diseño de políticas y estrategias de desarrollo alternativas, acordes con las particularidades de nuestros países y regiones, con respeto por la riqueza y diversidad de su más inagotable patrimonio: La cultura.
El más grande pensador cubano, José Martí, lo dijo en una sencilla frase que los escolares de mi país aprenden a interpretar desde los primeros grados de la escuela: Ser cultos es en realidad el único modo de ser libres. Muchas gracias,
La Asociación Nacional de Economistas de Cuba, que presido, y la Asociación de Economistas de América Latina y el Caribe (AEALC), viene organizando desde hace dos años, en La Habana, encuentros internacionales de economistas sobre Globalización y problemas del desarrollo. El primero se efectuó en Enero del año 1999 y el segundo, entre el 24 y el 28 de Enero del año 2000.
En ambos foros se han reunido más de 1000 economistas y otros cientistas sociales, de más de 50 países y funcionarios y expertos de 16 organismos internacionales, principalmente de la Organización de las Naciones Unidas. Traemos, igualmente, el consenso resultante del Primer Forum Internacional de Organizaciones No Gubernamentales del Sur, referido a los retos de la globalización para la región más dolida de nuestro planeta, un evento que coauspiciamos, junto a otras tres ONGs cubanas, en los primeros días de marzo de este año como antecedente de la Cumbre del llamado Grupo de los 77en La Habana.
Las preocupaciones de los expertos participantes en todas estas reuniones se expresan en intensas jornadas de debate en plenario de lo que ya muchos reconocen como el único escenario donde confrontan sus teorías, sin fundamentalismos excluyentes, los representantes de todas las escuelas de pensamiento de nuestra época.
Lo primero que pudiera decirles es que en todas esas citas ha concitado profundo interés la interrelación cultura-desarrollo en el contexto de la globalización, reconocida esta última como un proceso objetivo, complejo y contradictorio, que transcurre al margen de nuestra voluntad y que suele identificarse con la forma de funcionamiento del mecanismo económico capitalista en las condiciones contemporáneas, de fuerte acumulación del capital transnacional.
Analizado este fenómeno desde diferentes concepciones de la teoría económica, especialmente la neoclásica, neokeynesiana, estructuralista, marxista y neoliberal, la polémica ha encontrado su punto coincidente en la conveniencia de que las alternativas propuestas para encauzar el desarrollo no sólo analicen el plano fenoménico de los hechos económicos, sino que también encuentren las relaciones causales del subdesarrollo y de las desigualdades imperantes en la economía mundial.
Se coincide igualmente en la necesidad de llevar a cabo transformaciones estructurales diseñadas endógenamente, que propicien a las economías más atrasadas su inserción en estadíos superiores de las cadenas productivas y de servicios internacionales y dinamizar las exportaciones, especialmente las de alto valor agregado.
Naturalmente se resalta la dimensión económica de la globalización, pero crece el número de quienes ponen énfasis en la cultural, y en general prevalece el criterio de su multidimensionalidad.
La dimensión cultural del desarrollo es la que permite integrar el mayor número de factores (económicos, sociales, éticos, jurídicos, estéticos) al desarrollo, concebido éste como un proceso multidimensional e integral, y la cultura como la síntesis depurada y al mismo tiempo el medidor supremo de la calidad del desarrollo.
Este enfoque permite distinguir mejor la relación entre crecimiento económico y desarrollo humano. Los más recientes informes de los organismos especializados de Naciones Unidas sobre este particular nos permiten confirmar una paradoja percibida por analistas de nuestra región: puede crecer el PIB y reducirse el desarrollo humano, allí donde la polarización social se hace más aguda. Pero el fenómeno inverso también es posible: puede reducirse el PIB y elevarse el desarrollo, cuando prevalece una política de equidad y de justicia social. Por supuesto, lo ideal es que ambos procesos crezcan armónicamente.
Sin el protagonismo de los pueblos, con toda la diversidad de sus culturas, no es posible avanzar en el desarrollo. La globalización o interdependencia entre sociedades de distinto grado de desarrollo, si bien fortalece los valores comunes de la humanidad, minimiza las tradiciones, lenguas e identidades de las naciones no hegemónicas, las cuales ven ahogado su desarrollo cultural específico en una ola de homogeneización o estandarización que anula la principal riqueza del desarrollo humano: la diversidad.
Nuestra época se caracteriza por el entrelazamiento de los hechos y luchas económicas con una superestructura que en modo alguno es pasiva, y en la cual la cultura, en tanto expresión de conciencia social, desempeña un papel progresivamente superior. Cuando los pueblos son movidos por una cultura de justicia social, se amplifica su participación y protagonismo en las transformaciones sociales y no permanecen indiferentes o pasivos ante la invasión de la otra cultura, aquella que hoy, como norma, trasmite el mensaje de una única y posible globalización, en la que, a tenor con el rumbo que actualmente ostenta, cabe solamente el éxito premiado por la riqueza o el fracaso castigado con la pobreza, e incluso más allá, con la exclusión.
Al propio tiempo, en las redes de las telecomunicaciones y las tecnologías de la información global los derechos económicos, sociales y culturales son desconocidos en nombre de la libertad, la misma que se niega al dar prioridad absoluta a los derechos civiles y políticos. Con el sesgo que esa visión dominante impone, el Norte del mundo ha politizado escandalosamente el tratamiento de los derechos humanos y manipulándolos arbitrariamente ha convertido el tema en su modo más falaz de manejar los destinos del Sur. No sobra insistir en que todos los derechos humanos tienen el mismo valor y que la violación de cualquiera de ellos es igualmente condenable, pero lo son doblemente las violaciones masivas de los humanos derechos de sociedades enteras a las que hoy se les está dejando incluso sin derecho a la esperanza.
Sin acceso a la cultura no es posible conquistar la libertad, porque sin cultura no hay libertad posible. La expansión a la escala global de las transnacionales de la información de un pensamiento único destinado a mover a los hombres y mujeres como objetos del omnipotente mercado nos están arrebatando cotidianamente la libertad de pensar con cabeza propia. Nos construyen gustos y necesidades y sobre la base de patrones homogéneos, nos obligan a comprar, a gastar, a consumir... a olvidar que solo con lo que se gasta en publicidad, se podrían construir todos los hospitales, escuelas, universidades, instituciones culturales, que demandan con urgencia nuestros pueblos para superar el primer obstáculo a su desarrollo: la falta del conocimiento.
No puede desestimarse la importancia de que las telecomunicaciones y las tecnologías de punta de información y comunicación, están estrechamente vinculadas a las empresas globales y su altísima competitividad. Gracias a su capacidad para aplicar con eficiencia la información basada en el conocimiento, existen propiamente las empresas globales, pues pueden organizar la producción, el consumo y la circulación, así como sus componentes a escala global: capital, fuerza de trabajo, materias primas, gestión, información, tecnologías, mercados.
Las tecnologías de información y comunicación han potenciado también a niveles impredecibles el movimiento del capital ficticio, en cuanto a espacio y velocidad. Por primera vez en la historia, ha surgido un mercado unificado y global de capitales, que funciona en tiempo real. Los analistas financieros, magos de la informática, sentados en los nodos globales de una red de telecomunicaciones selectiva, apuestan con miles de millones de dólares.
Este nuevo poder del capital financiero que tiene en su estructura global sus propias contradicciones, no puede desplegarse en una onda larga expansiva, porque sólo puede operar, o principalmente puede operar, en el seno de la Tríada, en los grandes centros industrializados; y porque propicia un desempleo estructural creciente, el cual presiona a la contracción de la demanda global.
La masa de ganancias, sin posibilidades de inversión directamente productivas, se dirige hacia el sector financiero, donde su acumulación tiende a generar una burbuja financiera, integrada por múltiples y variadas formas de capital ficticio (los llamados derivados).
Surge la tendencia a privatizarlo todo en forma de capital- propiedad; activos públicos en la esfera de la salud, educación, seguridad social, sistemas penitenciarios, infraestructura energética, telecomunicaciones, todo se cotiza como valores mercantiles en la bolsa. La educación, la salud, la seguridad social, al privatizarse, han dejado así de ser derechos, para convertirse en privilegios, como lo han denunciado repetidamente nuestros analistas, quienes entienden que el camino al desarrollo pasa efectivamente por la conquista del conocimiento, pero no pueden sustraerse a la verdad de que no es posible acceder a ese conocimiento mientras se sigan llevando la riqueza de nuestros pueblos la deuda y sus intereses, a pesar de lo cual no desaparecen sino que cada vez más se convierten en factor de presión sobre las políticas internas a las que se les imponen cortes de fondos sociales en nombre de una competitividad inalcanzable.
En ese contexto se ha ido profundizando el papel de los estados como simples sirvientes de ese mercado financiero, manipulando la tasa de interés, la tasa de cambio monetaria, como garante de deuda y como desregulador del mercado de capitales.
Ante la recesión de la economía productiva y las dificultades para reactivar la producción, mediante la aplicación intensiva de las tecnologías de información y comunicación, la economía también se ha orientado a la industria del entretenimiento.
Una sociedad culta es una sociedad preparada para realizar un trabajo libre y de alta complejidad, para incorporar la ciencia y el arte al proceso productivo y de servicios. El tiempo libre, cuando es ocio creador, potencia la capacidad productiva. Hoy día, el proceso de acumulación sobrepasa el tiempo de trabajo y se extiende al tiempo libre, que es penetrado por la industria de “contenidos”, colonizando el espacio privado en función del consumo, convirtiendo el tiempo de descanso y ocio en tiempo de entretenimiento, y éste en una esfera de acumulación que se despliega a través de la manipulación sociocultural. No sólo se enajena al hombre como trabajador, sino en su propia conciencia cultural: todo se mercantiliza.
En el mundo globalizado, donde el conocimiento es la clave del desarrollo, la brecha tecnológica entre el Norte y el Sur se ahonda más en condiciones de creciente privatización de la investigación científica y de sus resultados.
Los países desarrollados, con el 15% de los habitantes del planeta, concentran el 88% de los usuarios de Internet. Sólo en Estados Unidos hay más computadoras que la suma de las existentes en el resto del mundo. Las grandes potencias económicas controlan el 97% de las patentes a nivel global y reciben más del 90% de los derechos de licencias internacionales, mientras las naciones del Sur en general están excluidas de las posibilidades de utilizar los derechos de propiedad intelectual, y la legislación de patentes no reconoce los conocimientos ni los sistemas tradicionales de propiedad, que son tan importantes en el Sur.
La investigación privada se concentra en las necesidades de los consumidores ricos. Las vacunas, que son las tecnologías más eficientes en relación con los gastos en la atención de salud, pues son capaces de prevenir la enfermedad con una dosis que se administra por una sola vez, producen pocas ganancias y son relegadas respecto a medicamentos que requieren aplicaciones reiteradas y generan ganancias mayores. Los nuevos medicamentos, las mejores semillas y en general las mejores tecnologías, convertidas en mercancías, tienen un precio sólo al alcance de los países ricos. El bloque de países desarrollados, al imponer a los países en desarrollo su escala de valores, su sistema económico y sus formas de gobierno, expande también por el mundo sus hábitos depredadores de consumo. EUA llegó a proponer la descabellada idea de que los países pudieran comprar el derecho de emitir gases tóxicos a la atmósfera. Y esa es apenas una de las infinitas formas de decirnos de qué modo se comporta el poder unipolar, el mayor exportador de ideas de la Historia, que hoy tiene a su servicio todas las ventajas de un proceso que nos envuelve a todos y cuyo alcance perspectivo aun no llegamos a ver: la globalización.
La homogenización cultural es parte de la batalla por imponer y mantener un modelo de dominación que hoy resulta insostenible para el 80% de la humanidad, pero que a la postre terminará por serlo también para el 20% restante.
Por supuesto que no estamos contra la globalización. Sería como estar en contra de la Ley de Gravedad. Pero el signo regresivo que el dominio del modelo neoliberal le ha impuesto, puede y debe corregirse. Como se dijera en la reciente Cumbre del Sur, comparando al profundamente desigual mundo actual con el desafortunado trasatlántico Titanic: “este barco carga demasiada injusticia para mantenerse a flote”.
Conclusiones:
· El papel preponderante asignado al mercado, amenaza con transformar todos los bienes, servicios, factores y valores de nuestros países en mercancías. Esto es particularmente preocupante por sus afectaciones al patrimonio y las identidades culturales de nuestros pueblos.
· No llegan a los países del Sur las oportunidades de creación de nuevas riquezas, derivadas de los grandes avances en las comunicaciones y de la impetuosa Revolución Científico Técnica, debido al atraso de su infraestructura, a la aplicación de estrictos derechos de propiedad intelectual y la asimetría prevaleciente en el acceso al progreso científico técnico a escala mundial.
· Los medios transnacionales de comunicación tratan de imponer hábitos y valores ajenos a nuestras realidades y propenden al consumo irracional en aras de incrementar las ganancias, desconociendo las reales necesidades de los pueblos del Sur.
· En la esfera social es destacable el incremento de las desigualdades entre los países ricos y pobres, así como al interior de cada nación. La globalización va acompañada de la exclusión social y su consiguiente impacto negativo, especialmente sobre la niñez, los ancianos, la juventud, la mujer, los pueblos indígenas y diversas minorías nacionales.
· Hoy más que nunca, la lucha contra la pobreza plantea la necesidad imperiosa de que se cumpla la Resolución de Naciones Unidas sobre el Derecho al Desarrollo y que los Estados de la OCDE, no sólo cumplan con el compromiso de aportar el 0.7% del PIB como ayuda al desarrollo, sino que transfieran una parte de los grandes recursos técnicos, humanos y de “know-how” de que dispone, incluyendo la transferencia de tecnología.
Colegas:
Demasiado tiempo hemos perdido buscando el desarrollo con los estilos acuñados del Norte, asumiendo como verdades las que se fabrican en esa parte del mundo, sin tener en cuenta que su riqueza está amasada con la que fue nuestra. Y agobiados por las deudas que no nos dejan crecer, tampoco nos hemos detenido a contar todo lo que nos deben.
Tenemos que exigir justicia social, en términos de protección al capital humano, no al capital financiero.
La fuerza de nuestras lenguas, de nuestras identidades puede regular los excesos de la actual liberalización.
A los países del Sur les corresponde situar sus demandas al nivel de la inmensa mayoría de los pueblos que representan para acceder a las ventajas de la globalización en condiciones de una igualdad que sólo es posible si se consideran los desniveles de desarrollo. Como parte de ese esfuerzo que sólo será exitoso si lo acompaña la unidad, las ONGs estamos en capacidad de trabajar por rescatar la idea del desarrollo, promover acciones que contribuyan a ese desarrollo integral que asume la cultura como una palanca para mover al mundo; y coadyuvar al diseño de políticas y estrategias de desarrollo alternativas, acordes con las particularidades de nuestros países y regiones, con respeto por la riqueza y diversidad de su más inagotable patrimonio: La cultura.
El más grande pensador cubano, José Martí, lo dijo en una sencilla frase que los escolares de mi país aprenden a interpretar desde los primeros grados de la escuela: Ser cultos es en realidad el único modo de ser libres. Muchas gracias,
domingo, 30 de enero de 2011
LA OTRA CARA DE LA INTERCULTURALIDAD EN EL SISTEMA CAPITALISTA
*CASTAÑEDA ASENCIO Álvaro Hilario
ABVERTENCIA.- En el desarrollo de este articulo, no tomo una posición neutral, mis críticas y mis juicios se nutren de mis ideales y pensamientos de Clase. Difícil es encontrar en las bibliotecas, libros y manuales, cómo alcanzar la libertad y la independencia, por que aun no han sido escritos; La ciencia dejo de ser neutral porque la ciencia llego a ser un producto meramente humano y no de las piedras; Este pasaje quizá a unos u otros les resulte embarazoso, ficticio y subjetivo de modo que le advierto que si Ud. es susceptible a incomodarse cuando se siente aludido, entonces preferible cierre esta página y siga buscando otro tema que tal vez pudiera resultarle más interesante o lo recomiendo a polemizar.*
INTRODUCCION
La globalización en el siglo XXI generó el avance de las culturas y civilizaciones más poderosas económicamente; rompiendo las fronteras, sociales, culturales, políticas e ideológicas con intentos de uniformizar el mundo. Donde el sistema de dominación y dependencias se hace mas agudo; la lucha de clases se masifica en Latinoamérica y principalmente en el Perú se hace una nueva forma de dominación. El sistema capitalista acompañado de la economía neoliberal encontró en los países subdesarrollados un método adecuado para dominar a los aborígenes con la “instrucción de la Interculturalidad”. Desarrollaremos las siguientes interrogantes ¿la interculturalidad resuelve algún problema del campesino, aborigen y nativos del Perú en el sistema capitalista?, ¿Quién o quiénes luchan por qué idea de interculturalidad en el Perú y por qué?, ¿Para qué sirve? ¿Es posible que aquéllos más afectados por las “diferencias” e inequidad son los menos interesados en enfatizar las diferencias y dicha inequidad? ¿Por qué? ¿Es la interculturalidad viable? ¿Cómo? ¿Será posible si es empujada solo desde arriba?
PALABRA CLAVE.-interculturalidad, dominación, capitalismo, supra estructura.
ABSTRAC.
The twenty-first century globalization led the advance of cultures and civilizations more powerful economically, breaking boundaries, social, cultural, political and ideological attempts to standardize the world. Where the system of domination and dependency becomes more acute, the class struggle in Latin America and are amplified mainly in Peru Isa new form of domination. The capitalist system of the economy along new liberal found in underdeveloped countries an appropriate method to subdue the natives with the "statement of Inter cultureless."The following questions will develop intercultural "solves a problem of the peasant, aboriginal, native of Peru in the capitalist system?, who or who fight for what idea of multiculturalism in Peru and why?, What is? Is it possible that those most affected by the 'difference' and inequality are less interested in emphasizing the differences and this inequity? Why? Is it viable multiculturalism? How? Is it possible if it is driven only from above?
______________________
*Estudiante de la Carrera Profesional de Historia, faculta de ciencias sociales – UNSAAC; integrante del Programa Hatun Ñan de la misma. Estudiante del Instituto de Investigación desarrollo andino Amazónico (IIDAA)
El término intercultural no forma hasta la fecha, Enero 2011, parte de las palabras incluidas en el Diccionario de la Real Academia Española. No es una palabra académica, pero es la palabra que bombardean con mayor frecuencia en el presente siglo, generalmente en los países del tercer mundo, lo encontramos en libros, artículos académicos y páginas de internet, donde se ofrecen distintas explicaciones sobre su significado.
Vivir en un mundo caracterizado por la diversidad cultural es una realidad innegable. Día con día confrontamos este hecho: la música que escuchamos, la ropa que vestimos, los libros que leemos, los adornos navideños que compramos, propagandas por internet, etc. Todo esto es parte de un mismo proceso en el que es cada vez más evidente la intensidad de los intercambios materiales y simbólicos entre distintas regiones y culturas.
El contacto de grupos sociales con culturas diferentes, llamo la atención como un objeto de estudio, desde Antropólogos, Historiadores y Sociólogos, que cada cual interpretaron y analizaron de diferentes maneras y ángulos, con criterio mas general lo llamaron “transculturación” con los nuevos avances de la ciencia precisaron como “Aculturación” a los procesos y acontecimientos que provienen de la conjunción de dos o más culturas.Hercovist, Linton y Redfiel denominaron que la aculturación se refiere a todos los fenómenos que se producen cuando grupos de individuos con culturas diferentes entran en contacto directo y continuo.1
En este proceso de aculturación las siguientes formas de aculturación: “adaptación, asimilación, inducción, extensión, sincretismo, simbiosis, adición y deculturacion”, sin embargo no hay interculturalidad como una forma de aculturación que pudieran considerar los científicos sociales. Es evidente que la interculturalidad aparece a finales del siglo XX y se polariza hasta hoy. Respondiendo a las necesidades de los grandes capitalistas o grupos dominantes, como unas formas paliativas de calmar los problemas socio - económicos con intentos filantrópicos.Muchos de los autores revisados y de los entrevistados afirman que no hay visión de interculturalidad en el Estado peruano. Sin embargo, como hemos señalado y mostrado aquí, sí encontramos en el Estado peruano documentos e instancias importantes donde el concepto de interculturalidad está presente en la sierra y amazonia más que en lima obviamente. Lo que sucede, sugerimos, es que lo que está detrás de estas afirmaciones es más bien la expresión de una constatación penosa: hay un abismo entre los discursos y enfoques cercanos a la versión más comprehensiva de interculturalidad, claro el papel aguanta todo, muchos defensores de la interculturalidad escriben no lo que piensan y sienten sino lo que quieren decir (intereses o miedo).
Este artículo ve la otra parte de la historia, la otra cara de la moneda: la sociedad civil en su conjunto, tanto aquéllos que los investigadores han atribuido distintas denominaciones: ‘aborígenes’, autóctonos, cholos, campesinos, tribales, nativos, originarios o con el nombre despectivo de ‘indios’ (muchos de los cuales no se identifican ni reconocen como tales), los sectores excluidos.
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1 SILVA SANTISTEBAN, Fernando. 1998 “Antropología conceptos y nociones Generales” Capítulo VI estructura y dinámica de la cultura – el proceso de la Aculturación Pág. 248
Empezaremos por deslindar temas que podrían traer confusiones según Wals.
la interculturalidad es destinta, en cuanto se refiere a complejas relaciones , negociaciones e intercambios culturales de multiple via.busca desarrollar una interelacion iquetativa entre pueblos, personas, conocimientos y practicas culturalmente diferentes;una interaccion que parte de conflictos inherentes en las asemetrias sociales, economicas, politicas de poder. Nose trata simplemente de reconocer, descubrir o tolerar al otro o a la diferencia en si. Tampoco se trata de volver esenciales identidades o entenderlas como abscripciones etnicas inmobibles.se trata en cambio , de impulsar activamente procesos de intercambio que permitan construir espacio de encuentro.La multiculturalidad; termino que se encuentra sus origenes en los paises occidentales, es mas descriptivo y se refiere a la multiplicidad de culturas que existen dentro de la sociedad sin que necesariamente tengan una relacion entre ellas. Sus fundamentos conceptuales se encuentran en las bases del estado liberal, de la nocion del derecho individual y la supuesta igualdad. En este caso la tolerancia del otro es considerado central,valor y actitud suficiente para asegurar que la sociedad funcione sin mayor conflicto.La pluriculturalidad; en contraste , es el referente mas utilizado en america latina, reflejo de una convivencia historica entre pueblos indiginas y pueblos afros con blancos – mestizos. Se basa en el reconocimiento de la diversidade existente, pero optico centrica de la cultura dominate y “nacional”. Desde esta perspectiva, las culturas indiginas y negras enriquesen el pais, sin implicar o proponer un reconocimiento de este o de sus instituciones y estructuras.2
PLURICULTURALIDAD
MULTICULTURALIDAD
INTERCULTURALIDADLa interculturalidad entendida y practicada aquí sirve para promover una inclusión desprovista de lugar político. Es decir, da la apariencia de inclusión mientras que, en la práctica, fomenta la exclusión de pueblos indígenas o afros, campesinos. Los conceptos de interculturalidad y pluriculturalidad que predominan en América Latina o países del tercer mundo siguen y seguirá siendo herramientas de dominación al servicio del capitalismo. Porque en ellos no se piensa resolver los problemas desde las bases económicas las diferencias socio cultural; sino desde las supra estructuras que es una forma de distracción y engaño desde los capitalistas, cito a Mariátegui cuando cita el problema del indio. “Todas las tesis sobre el problema, que ignoran y eluden a este como problema económico – social, son otros tantos estériles ejercicios teoréticos, - y a veces solo verbales-, condenados aún absoluto descrédito. No las salva algunas su buena fe. Prácticamente, todas no han servido sino para ocultar o desfigurar la realidad del problema. La crítica socialista. Lo descubre y esclarece, porque busca sus causas en la economía del país y no en su mecanismo administrativo, jurídico o eclesiástico, ni en su dualidad o pluralidad de razas, ni en sus condiciones culturales y morales 3… ”
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2 CATHERINE WALS.- “interculturalidad, conocimiento y decolonialidad” junio - 2005
3 MARIÁTEGUI, José Carlos. “7 ensayos de la interpretación de la realidad peruana” amauta 1952
La interculturalidad en el Perú es a nivel del discurso .el problema de la Interculturalidad interna en el Perú no es el mismo problema que la interculturalidad a nivel internacional.
Que hay que entender por culturas diferentes, algunos parecen serlo, pero si emergen de un tronco común, no difieren de la misma manera que dos sociedades que en ningún momento de su desarrollo han mantenido contacto.4 a los burócratas de la UNESCO les produjo escasa satisfacción este planteamiento de Live Strauss, les parecía que el Ilustre antropólogo les daba un gato Cultural por liebre Antirracista. El sociólogo Mario Portocarrero, dice “el Perú no es una nación en formación, sino una pluralidad de naciones. Existe una nación peruana (Criollos aristocráticos) muy diferente a las otras (quechuas, Aimaras y amazónicas), que entre ellos no habrá una interculturalidad”.5 de tal manera no habrá una nación peruana que abarque las fronteras del estado peruano, de repente el Perú es un estado Pluricultural. ¿Por qué negar la posibilidad de una interculturalidad? Pondré solo dos ejemplos muy puntuales.
El premio Nóbel “peruano” Vargas Llosa, cuando se derogo el decreto ley 1090 gracias a las luchas de los Awajun y Wampis (Bagua) Al contrario de la mayoría del pueblo peruano, lamentó la derogatoria, escribió “Victoria Pírrica”, manifestando que futuros gobiernos peruanos no osarán “volver a meter la mano en la Amazonía para alentar la inversión privada y el desarrollo económico de esta región”. No solo eso, se nota que representa a los intereses capitalistas que siempre a los andinos los considera lo peor, como el siguiente Sus palabras:“El desarrollo y la civilización son incompatibles con ciertos fenómenos sociales y el principal de ellos es el colectivismo. Ninguna sociedad colectivista o impregnada con esa cultura es una sociedad que desarrolla, moderniza y alcanza la civilización… El socialismo, el nazismo y el fascismo son los fenómenos colectivistas del pasado. Hoy se expresa mediante el nacionalismo y los integrismos religiosos. El fenómeno está brotando en América Latina de una manera muy sinuosa y revistiéndose con unos ropajes que no parecen ofensivos sino prestigiosos… En Perú está brotando con dos o tres hermanitos que en nombre de esa identidad colectiva, la identidad indígena, autóctona, genuina, la de la verdadera peruanidad, ha lanzado una campaña que cuando uno la examina racionalmente parece que fuera tonta, casi cómica, pero que toca un centro neurológico llamado el espíritu de la tribu, que nunca desparece incluso en sociedades que han avanzado más en el camino de la civilización. . . El indigenismo de los años 20 que parecía haberse rezagado es hoy en día lo que está detrás de fenómenos como el señor Evo Morales en Bolivia. En Ecuador hemos visto operando y además creando un verdadero desorden político y social. El indigenismo en Ecuador, Perú y Bolivia está provocando un verdadero desorden político y social, y por eso hay que combatirlo… De Ecuador sé muy poco lo que está sucediendo ahora… Si queremos alcanzar el desarrollo y elegir la civilización y la moralidad, tenemos que combatir resueltamente esos brotes de colectivismo… Creo que en el movimiento indígena hay un elemento profundamente perturbador que apela a los bajos instintos, a los peores instintos del individuo como la desconfianza hacia el otro, al que es distinto. Entonces se encierran en sí mismos” 6.
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4 LEVI STRAUSS, Claude “raza y cultura- UNESCO 1952
5 PORTOCARRERO,Mario “Perú nación en formación o estado Pluricultural” - por una Asamblea constituyente, UNMSM noviembre 2010-”
6 Seminario Las amenazas de la Democracia en América Latina: Terrorismo, Debilidad del Estado de Derechos y Neopopulismo, Bogotá, noviembre 2009
Buenos indicios y condiciones para una interculturalidad ¿verdad?. Que alguien haya podido decir que el movimiento indígena es un peligro para la democracia me parece algo increíble. Cómo de una cabeza inteligente puede salir una afirmación tan monstruosa como esa. Claro es el reflejo de cómo juegan los interés capitalistas, acusan a como de lugar cuando sus intereses son afectados, sale el pus de sus intenciones directamente cuando hay coyunturas; sin embargo en el vivir diario en nombre de la interculturalidad entran enmascarados para saquear los recursos naturales. El diputado Ricardo Ulcuango respondio“¿Civilización es dejar que tres o cuatro lucren con el negocio del gas en Bolivia, con las privatizaciones en Perú o con el petróleo del Ecuador; es contaminar la naturaleza hasta dejarla seca o vender el agua de los ríos al que pague mejor?”.
Lo otro; al gobierno central tampoco lo interesa la cuestión cultural sino es por las riquezas. Se recuerda de los campesinos cuando tiene que concesionar sus minerales, de los amazónicos cuando tiene que ofrecer a los transnacionales gas, petróleo y bosques. Cuando no le resulta asesina a los que se oponen, el claro ejemplo es el baguazo y otros tantos como el majes siguas II o el Gas de camisea.en Bagua el gobierno manifestaba que hay 11 policías muertos y solo tres indígenas.7 ¿tres indígenas?. No lo creo, y ¿ que hay de los 200 nativos desaparecidos?. Ordena el asesinato, esconde los cadáveres, y para luego lanzar una campaña mediatica “ quienes fueron asesinados no son los indígenas sino los policías”, la mentira mientras mas grande sea, mas alto hay que gritar. Cuando las respuestas del pueblo no favorece nos tilda de “perros Hortelanos”. Sobre estas bases no podremos construir una interculturalidad. La interculturalidad que debemos profesar desde el pueblo y las masas es la revendicativa, luchando desde las bases económicas.
actualmente el proyecto intercultural no son los proyectos del pueblo mayoritario, de las naciones dominadas ni de la izquierda tradicional en el peru los que están aportando verdaderos elementos de conocimiento, sino que éstos vienen emergiendo de la base y las luchas de clases. la resistencia al neoliberalismo por parte de los pueblos con la idea de repensar y reconstruir las sociedades e incluso los Estados.mientras al capitalismo le intereza mas el crecimiento económico y la interculturalidad como .utilitaria., pues promueve el diálogo y la inclusión sin tocar
las causas de la dominación; existe también una perspectiva funcional de la interculturalidad, de la se desprenden conceptos como la pluriculturalidad que ya vemos mas arriba, que sólo promueve la convivencia entre culturas, y la .multiculturalidad, que habla de tolerar e incluir la diversidad cultural, pero sin pensar en la desigualdad. Todos se manejan en discursos y todo queda en la nada. Queda claro que estas perspectivas de la interculturalidad emparejan perfectamente con los proyectos neoliberales y trasnacionales.
en la década de los 90, el Banco Mundial pidió a los Estados el reconocimiento de sus
etnias y culturas ancestrales, pero precisó que esas políticas y demandas tienen fines distintos a los que persiguen los pueblos originarios: la interculturalidad así entendida plantea una relación de intercambio entre las culturas y esta relación puede ser de igualdad o desigualdad, lo que limita la interculturalidad a un asunto de contacto entre distintas culturas y minimiza el problema que subyace en la relación entre ellas.
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7 la revista agraria “40 años después otros indígenas reclaman ser ciudadanos” junio del 2009. www.cepes.org.pe
Katherine Wals explica mejor el asunto.” .multiculturalidad. que encierra la noción neoliberal de Estados Unidos y el .interculturalismo. europeo. El primero -señaló- se sustenta en la democracia liberal, en la libertad de mercado, en la tolerancia a la diferencia y en la diferencia
misma como valor agregado para la venta; mercantiliza. El segundo se fundamenta en un .nuevo
humanismo. de lo diverso y así humaniza el neoliberalismo y la globalización”.
El UNESCO dice sobre la diversidad cultural: .en nuestras sociedades cada vez más diversificadas, resulta indispensable garantizar una interacción armoniosa y una voluntad de
convivir de personas y grupos con identidades culturales a un tiempo plurales, variadas y dinámicas. Las políticas que favorecen la integración y la participación de todos los ciudadanos garantizan la cohesión social, la vitalidad de la sociedad civil y la paz. Definido de esta manera, el pluralismo cultural constituye la respuesta política al hecho de la diversidad cultural. Inseparable de un contexto democrático, el pluralismo cultural es propicio para los intercambios culturales y el desarrollo de las capacidades creadoras que alimentan la vida pública. (Artículo 2. De la diversidad cultural al pluralismo cultural).
De estas formas de entender la interculturalidad se desprenden los que para Walsh son .paradogmas., que tienen que ver con el desarrollo humano, la inclusión y cohesión social, que a su vez nuevas prácticas políticas para generar un .desarrollo humano integral. y una .educación intercultural..
El .desarrollo humano integral. se entiende como factor para mejorar la calidad de vida integral individual y social, tomando en cuenta que cada individuo es factor de desarrollo de la sociedad; los problemas, entonces, se generan en el individuo y no en la estructura. De ahí la necesidad de la cohesionar a las personas para controlar los conflictos étnicos y la estabilidad social que permita seguir andando la acumulación de capital.
Un factor determinante para esto, según Walsh, son las .re-formas. educativas a través de las cuales se asume la .cultura occidental. para que penetren sus conceptos de modernidad, competitividad, valores, etcétera, en la nueva sociedad incluyente. Estas .re-formas. dictadas desde entidades como el PNUD o la UNESCO, también otorgan la administración de los conflictos a esas instancias. Como ejemplo de esto, la investigadora mencionó la reforma a la política educativa mexicana, donde se ponderan aspectos como el amor a la patria, la tecnología, las competencias, entre otros conceptos.
Para Walsh hay una tercera perspectiva de la interculturalidad, y es la .interculturalidad crítica., que no sólo es cuestión de .llevarse bien. y convivir, sino que también cuestiona la lógica del capitalismo y apunta hacia otra sociedad, transforma radicalmente las estructuras institucionales y las relaciones sociales, pues se trata de una proyecto político, ético y epistémico que no llega desde los Estados ni desde la academia, sino desde los movimientos indígenas andinos que surgieron en los años 80. .No existe, es algo por construir., señaló la investigadora.
Esta interculturalidad crítica se conecta entonces con el .decolonialismo. que pensando .desde. y .con. los pueblos indígenas y afrodescendientes intenta crear una nueva razón y humanidad que revierta la idea del eurocentrismo y colonialismo del conocimiento; el uso de la raza blanca y del varón occidental como jerarquía de poder; la valoración de la razón por sobre el sentir-existir como signo de humanidad; la colocación del hombre por sobre la naturaleza.
Son entonces, concluyó Walsh, la interculturalidad crítica y el decolonialismo proyectos enlazados y emergentes que además cuestionan el conocimiento único que ensalzan las universidades, pues construir decolonialidad es trasngredir, irrumpir y desmontar la matriz colonial.
Como ejemplo de todo lo anterior, Walsh giró literalmente el mapa del globo terráqueo y sobre esas proyección explicó que en un país como Ecuador, que se define predominantemente mestizo, su nueva Constitución tiene como eje transversal el concepto de .sumak kawsay. con que los pueblos quechuas definían el .buen vivir., uniendo lo tangible y lo intangible, viviendo en armonía y complementariedad, sin tener más ni menos que el otro.
.Es una concepción de política pública opuesta al capitalismo y el neoliberalismo, un esfuerzo epistémico, político y ético de pensar de otra forma el país., finalizó.
sociedades o culturas andinas difícilmente podrán interactuar con las culturas Europeas cuando en los intereses son muy antagónicas, mientras que los quechuas, Aimaras y los amazónicos podrían interactuar mejor.
Por eso, varios autores adviertan que atrás de las nuevas políticas latinoamericanas del reconocimiento e inclusión, juega una nueva lógica cultural del capitalismo global, una lógica que intenta controlar y armonizar la oposición con la pretensión de eventualmente integrar a los pueblos indígenas y negros dentro del mercado.3
por ejemplo, Quijano (1999); Walsh (2000); Zizek (1997). El hecho de que los reconocimientos constitucionales no existen aislados, sino que forman parte de un conjunto de políticas de tipo multiculturalista, tanto del Banco Mundial como de las empresas transnacionales, incluyendo el mismo OCP, da posible razón a esta advertencia. Así perpetua la falsa noción de que los pueblos indígenas sólo viven en el campo, en comunidades y territorios étnicamente homogéneos y, en cierta medida, apartada de la modernidad. Además, asume que todos los alumnos indígenas necesariamente asisten a programas bilingües, y sí no, sus necesidades educativas no se diferencian
*CASTAÑEDA ASENCIO Álvaro Hilario
ABVERTENCIA.- En el desarrollo de este articulo, no tomo una posición neutral, mis críticas y mis juicios se nutren de mis ideales y pensamientos de Clase. Difícil es encontrar en las bibliotecas, libros y manuales, cómo alcanzar la libertad y la independencia, por que aun no han sido escritos; La ciencia dejo de ser neutral porque la ciencia llego a ser un producto meramente humano y no de las piedras; Este pasaje quizá a unos u otros les resulte embarazoso, ficticio y subjetivo de modo que le advierto que si Ud. es susceptible a incomodarse cuando se siente aludido, entonces preferible cierre esta página y siga buscando otro tema que tal vez pudiera resultarle más interesante o lo recomiendo a polemizar.*
INTRODUCCION
La globalización en el siglo XXI generó el avance de las culturas y civilizaciones más poderosas económicamente; rompiendo las fronteras, sociales, culturales, políticas e ideológicas con intentos de uniformizar el mundo. Donde el sistema de dominación y dependencias se hace mas agudo; la lucha de clases se masifica en Latinoamérica y principalmente en el Perú se hace una nueva forma de dominación. El sistema capitalista acompañado de la economía neoliberal encontró en los países subdesarrollados un método adecuado para dominar a los aborígenes con la “instrucción de la Interculturalidad”. Desarrollaremos las siguientes interrogantes ¿la interculturalidad resuelve algún problema del campesino, aborigen y nativos del Perú en el sistema capitalista?, ¿Quién o quiénes luchan por qué idea de interculturalidad en el Perú y por qué?, ¿Para qué sirve? ¿Es posible que aquéllos más afectados por las “diferencias” e inequidad son los menos interesados en enfatizar las diferencias y dicha inequidad? ¿Por qué? ¿Es la interculturalidad viable? ¿Cómo? ¿Será posible si es empujada solo desde arriba?
PALABRA CLAVE.-interculturalidad, dominación, capitalismo, supra estructura.
ABSTRAC.
The twenty-first century globalization led the advance of cultures and civilizations more powerful economically, breaking boundaries, social, cultural, political and ideological attempts to standardize the world. Where the system of domination and dependency becomes more acute, the class struggle in Latin America and are amplified mainly in Peru Isa new form of domination. The capitalist system of the economy along new liberal found in underdeveloped countries an appropriate method to subdue the natives with the "statement of Inter cultureless."The following questions will develop intercultural "solves a problem of the peasant, aboriginal, native of Peru in the capitalist system?, who or who fight for what idea of multiculturalism in Peru and why?, What is? Is it possible that those most affected by the 'difference' and inequality are less interested in emphasizing the differences and this inequity? Why? Is it viable multiculturalism? How? Is it possible if it is driven only from above?
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*Estudiante de la Carrera Profesional de Historia, faculta de ciencias sociales – UNSAAC; integrante del Programa Hatun Ñan de la misma. Estudiante del Instituto de Investigación desarrollo andino Amazónico (IIDAA)
El término intercultural no forma hasta la fecha, Enero 2011, parte de las palabras incluidas en el Diccionario de la Real Academia Española. No es una palabra académica, pero es la palabra que bombardean con mayor frecuencia en el presente siglo, generalmente en los países del tercer mundo, lo encontramos en libros, artículos académicos y páginas de internet, donde se ofrecen distintas explicaciones sobre su significado.
Vivir en un mundo caracterizado por la diversidad cultural es una realidad innegable. Día con día confrontamos este hecho: la música que escuchamos, la ropa que vestimos, los libros que leemos, los adornos navideños que compramos, propagandas por internet, etc. Todo esto es parte de un mismo proceso en el que es cada vez más evidente la intensidad de los intercambios materiales y simbólicos entre distintas regiones y culturas.
El contacto de grupos sociales con culturas diferentes, llamo la atención como un objeto de estudio, desde Antropólogos, Historiadores y Sociólogos, que cada cual interpretaron y analizaron de diferentes maneras y ángulos, con criterio mas general lo llamaron “transculturación” con los nuevos avances de la ciencia precisaron como “Aculturación” a los procesos y acontecimientos que provienen de la conjunción de dos o más culturas.Hercovist, Linton y Redfiel denominaron que la aculturación se refiere a todos los fenómenos que se producen cuando grupos de individuos con culturas diferentes entran en contacto directo y continuo.1
En este proceso de aculturación las siguientes formas de aculturación: “adaptación, asimilación, inducción, extensión, sincretismo, simbiosis, adición y deculturacion”, sin embargo no hay interculturalidad como una forma de aculturación que pudieran considerar los científicos sociales. Es evidente que la interculturalidad aparece a finales del siglo XX y se polariza hasta hoy. Respondiendo a las necesidades de los grandes capitalistas o grupos dominantes, como unas formas paliativas de calmar los problemas socio - económicos con intentos filantrópicos.Muchos de los autores revisados y de los entrevistados afirman que no hay visión de interculturalidad en el Estado peruano. Sin embargo, como hemos señalado y mostrado aquí, sí encontramos en el Estado peruano documentos e instancias importantes donde el concepto de interculturalidad está presente en la sierra y amazonia más que en lima obviamente. Lo que sucede, sugerimos, es que lo que está detrás de estas afirmaciones es más bien la expresión de una constatación penosa: hay un abismo entre los discursos y enfoques cercanos a la versión más comprehensiva de interculturalidad, claro el papel aguanta todo, muchos defensores de la interculturalidad escriben no lo que piensan y sienten sino lo que quieren decir (intereses o miedo).
Este artículo ve la otra parte de la historia, la otra cara de la moneda: la sociedad civil en su conjunto, tanto aquéllos que los investigadores han atribuido distintas denominaciones: ‘aborígenes’, autóctonos, cholos, campesinos, tribales, nativos, originarios o con el nombre despectivo de ‘indios’ (muchos de los cuales no se identifican ni reconocen como tales), los sectores excluidos.
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1 SILVA SANTISTEBAN, Fernando. 1998 “Antropología conceptos y nociones Generales” Capítulo VI estructura y dinámica de la cultura – el proceso de la Aculturación Pág. 248
Empezaremos por deslindar temas que podrían traer confusiones según Wals.
la interculturalidad es destinta, en cuanto se refiere a complejas relaciones , negociaciones e intercambios culturales de multiple via.busca desarrollar una interelacion iquetativa entre pueblos, personas, conocimientos y practicas culturalmente diferentes;una interaccion que parte de conflictos inherentes en las asemetrias sociales, economicas, politicas de poder. Nose trata simplemente de reconocer, descubrir o tolerar al otro o a la diferencia en si. Tampoco se trata de volver esenciales identidades o entenderlas como abscripciones etnicas inmobibles.se trata en cambio , de impulsar activamente procesos de intercambio que permitan construir espacio de encuentro.La multiculturalidad; termino que se encuentra sus origenes en los paises occidentales, es mas descriptivo y se refiere a la multiplicidad de culturas que existen dentro de la sociedad sin que necesariamente tengan una relacion entre ellas. Sus fundamentos conceptuales se encuentran en las bases del estado liberal, de la nocion del derecho individual y la supuesta igualdad. En este caso la tolerancia del otro es considerado central,valor y actitud suficiente para asegurar que la sociedad funcione sin mayor conflicto.La pluriculturalidad; en contraste , es el referente mas utilizado en america latina, reflejo de una convivencia historica entre pueblos indiginas y pueblos afros con blancos – mestizos. Se basa en el reconocimiento de la diversidade existente, pero optico centrica de la cultura dominate y “nacional”. Desde esta perspectiva, las culturas indiginas y negras enriquesen el pais, sin implicar o proponer un reconocimiento de este o de sus instituciones y estructuras.2
PLURICULTURALIDAD
MULTICULTURALIDAD
INTERCULTURALIDADLa interculturalidad entendida y practicada aquí sirve para promover una inclusión desprovista de lugar político. Es decir, da la apariencia de inclusión mientras que, en la práctica, fomenta la exclusión de pueblos indígenas o afros, campesinos. Los conceptos de interculturalidad y pluriculturalidad que predominan en América Latina o países del tercer mundo siguen y seguirá siendo herramientas de dominación al servicio del capitalismo. Porque en ellos no se piensa resolver los problemas desde las bases económicas las diferencias socio cultural; sino desde las supra estructuras que es una forma de distracción y engaño desde los capitalistas, cito a Mariátegui cuando cita el problema del indio. “Todas las tesis sobre el problema, que ignoran y eluden a este como problema económico – social, son otros tantos estériles ejercicios teoréticos, - y a veces solo verbales-, condenados aún absoluto descrédito. No las salva algunas su buena fe. Prácticamente, todas no han servido sino para ocultar o desfigurar la realidad del problema. La crítica socialista. Lo descubre y esclarece, porque busca sus causas en la economía del país y no en su mecanismo administrativo, jurídico o eclesiástico, ni en su dualidad o pluralidad de razas, ni en sus condiciones culturales y morales 3… ”
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2 CATHERINE WALS.- “interculturalidad, conocimiento y decolonialidad” junio - 2005
3 MARIÁTEGUI, José Carlos. “7 ensayos de la interpretación de la realidad peruana” amauta 1952
La interculturalidad en el Perú es a nivel del discurso .el problema de la Interculturalidad interna en el Perú no es el mismo problema que la interculturalidad a nivel internacional.
Que hay que entender por culturas diferentes, algunos parecen serlo, pero si emergen de un tronco común, no difieren de la misma manera que dos sociedades que en ningún momento de su desarrollo han mantenido contacto.4 a los burócratas de la UNESCO les produjo escasa satisfacción este planteamiento de Live Strauss, les parecía que el Ilustre antropólogo les daba un gato Cultural por liebre Antirracista. El sociólogo Mario Portocarrero, dice “el Perú no es una nación en formación, sino una pluralidad de naciones. Existe una nación peruana (Criollos aristocráticos) muy diferente a las otras (quechuas, Aimaras y amazónicas), que entre ellos no habrá una interculturalidad”.5 de tal manera no habrá una nación peruana que abarque las fronteras del estado peruano, de repente el Perú es un estado Pluricultural. ¿Por qué negar la posibilidad de una interculturalidad? Pondré solo dos ejemplos muy puntuales.
El premio Nóbel “peruano” Vargas Llosa, cuando se derogo el decreto ley 1090 gracias a las luchas de los Awajun y Wampis (Bagua) Al contrario de la mayoría del pueblo peruano, lamentó la derogatoria, escribió “Victoria Pírrica”, manifestando que futuros gobiernos peruanos no osarán “volver a meter la mano en la Amazonía para alentar la inversión privada y el desarrollo económico de esta región”. No solo eso, se nota que representa a los intereses capitalistas que siempre a los andinos los considera lo peor, como el siguiente Sus palabras:“El desarrollo y la civilización son incompatibles con ciertos fenómenos sociales y el principal de ellos es el colectivismo. Ninguna sociedad colectivista o impregnada con esa cultura es una sociedad que desarrolla, moderniza y alcanza la civilización… El socialismo, el nazismo y el fascismo son los fenómenos colectivistas del pasado. Hoy se expresa mediante el nacionalismo y los integrismos religiosos. El fenómeno está brotando en América Latina de una manera muy sinuosa y revistiéndose con unos ropajes que no parecen ofensivos sino prestigiosos… En Perú está brotando con dos o tres hermanitos que en nombre de esa identidad colectiva, la identidad indígena, autóctona, genuina, la de la verdadera peruanidad, ha lanzado una campaña que cuando uno la examina racionalmente parece que fuera tonta, casi cómica, pero que toca un centro neurológico llamado el espíritu de la tribu, que nunca desparece incluso en sociedades que han avanzado más en el camino de la civilización. . . El indigenismo de los años 20 que parecía haberse rezagado es hoy en día lo que está detrás de fenómenos como el señor Evo Morales en Bolivia. En Ecuador hemos visto operando y además creando un verdadero desorden político y social. El indigenismo en Ecuador, Perú y Bolivia está provocando un verdadero desorden político y social, y por eso hay que combatirlo… De Ecuador sé muy poco lo que está sucediendo ahora… Si queremos alcanzar el desarrollo y elegir la civilización y la moralidad, tenemos que combatir resueltamente esos brotes de colectivismo… Creo que en el movimiento indígena hay un elemento profundamente perturbador que apela a los bajos instintos, a los peores instintos del individuo como la desconfianza hacia el otro, al que es distinto. Entonces se encierran en sí mismos” 6.
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4 LEVI STRAUSS, Claude “raza y cultura- UNESCO 1952
5 PORTOCARRERO,Mario “Perú nación en formación o estado Pluricultural” - por una Asamblea constituyente, UNMSM noviembre 2010-”
6 Seminario Las amenazas de la Democracia en América Latina: Terrorismo, Debilidad del Estado de Derechos y Neopopulismo, Bogotá, noviembre 2009
Buenos indicios y condiciones para una interculturalidad ¿verdad?. Que alguien haya podido decir que el movimiento indígena es un peligro para la democracia me parece algo increíble. Cómo de una cabeza inteligente puede salir una afirmación tan monstruosa como esa. Claro es el reflejo de cómo juegan los interés capitalistas, acusan a como de lugar cuando sus intereses son afectados, sale el pus de sus intenciones directamente cuando hay coyunturas; sin embargo en el vivir diario en nombre de la interculturalidad entran enmascarados para saquear los recursos naturales. El diputado Ricardo Ulcuango respondio“¿Civilización es dejar que tres o cuatro lucren con el negocio del gas en Bolivia, con las privatizaciones en Perú o con el petróleo del Ecuador; es contaminar la naturaleza hasta dejarla seca o vender el agua de los ríos al que pague mejor?”.
Lo otro; al gobierno central tampoco lo interesa la cuestión cultural sino es por las riquezas. Se recuerda de los campesinos cuando tiene que concesionar sus minerales, de los amazónicos cuando tiene que ofrecer a los transnacionales gas, petróleo y bosques. Cuando no le resulta asesina a los que se oponen, el claro ejemplo es el baguazo y otros tantos como el majes siguas II o el Gas de camisea.en Bagua el gobierno manifestaba que hay 11 policías muertos y solo tres indígenas.7 ¿tres indígenas?. No lo creo, y ¿ que hay de los 200 nativos desaparecidos?. Ordena el asesinato, esconde los cadáveres, y para luego lanzar una campaña mediatica “ quienes fueron asesinados no son los indígenas sino los policías”, la mentira mientras mas grande sea, mas alto hay que gritar. Cuando las respuestas del pueblo no favorece nos tilda de “perros Hortelanos”. Sobre estas bases no podremos construir una interculturalidad. La interculturalidad que debemos profesar desde el pueblo y las masas es la revendicativa, luchando desde las bases económicas.
actualmente el proyecto intercultural no son los proyectos del pueblo mayoritario, de las naciones dominadas ni de la izquierda tradicional en el peru los que están aportando verdaderos elementos de conocimiento, sino que éstos vienen emergiendo de la base y las luchas de clases. la resistencia al neoliberalismo por parte de los pueblos con la idea de repensar y reconstruir las sociedades e incluso los Estados.mientras al capitalismo le intereza mas el crecimiento económico y la interculturalidad como .utilitaria., pues promueve el diálogo y la inclusión sin tocar
las causas de la dominación; existe también una perspectiva funcional de la interculturalidad, de la se desprenden conceptos como la pluriculturalidad que ya vemos mas arriba, que sólo promueve la convivencia entre culturas, y la .multiculturalidad, que habla de tolerar e incluir la diversidad cultural, pero sin pensar en la desigualdad. Todos se manejan en discursos y todo queda en la nada. Queda claro que estas perspectivas de la interculturalidad emparejan perfectamente con los proyectos neoliberales y trasnacionales.
en la década de los 90, el Banco Mundial pidió a los Estados el reconocimiento de sus
etnias y culturas ancestrales, pero precisó que esas políticas y demandas tienen fines distintos a los que persiguen los pueblos originarios: la interculturalidad así entendida plantea una relación de intercambio entre las culturas y esta relación puede ser de igualdad o desigualdad, lo que limita la interculturalidad a un asunto de contacto entre distintas culturas y minimiza el problema que subyace en la relación entre ellas.
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7 la revista agraria “40 años después otros indígenas reclaman ser ciudadanos” junio del 2009. www.cepes.org.pe
Katherine Wals explica mejor el asunto.” .multiculturalidad. que encierra la noción neoliberal de Estados Unidos y el .interculturalismo. europeo. El primero -señaló- se sustenta en la democracia liberal, en la libertad de mercado, en la tolerancia a la diferencia y en la diferencia
misma como valor agregado para la venta; mercantiliza. El segundo se fundamenta en un .nuevo
humanismo. de lo diverso y así humaniza el neoliberalismo y la globalización”.
El UNESCO dice sobre la diversidad cultural: .en nuestras sociedades cada vez más diversificadas, resulta indispensable garantizar una interacción armoniosa y una voluntad de
convivir de personas y grupos con identidades culturales a un tiempo plurales, variadas y dinámicas. Las políticas que favorecen la integración y la participación de todos los ciudadanos garantizan la cohesión social, la vitalidad de la sociedad civil y la paz. Definido de esta manera, el pluralismo cultural constituye la respuesta política al hecho de la diversidad cultural. Inseparable de un contexto democrático, el pluralismo cultural es propicio para los intercambios culturales y el desarrollo de las capacidades creadoras que alimentan la vida pública. (Artículo 2. De la diversidad cultural al pluralismo cultural).
De estas formas de entender la interculturalidad se desprenden los que para Walsh son .paradogmas., que tienen que ver con el desarrollo humano, la inclusión y cohesión social, que a su vez nuevas prácticas políticas para generar un .desarrollo humano integral. y una .educación intercultural..
El .desarrollo humano integral. se entiende como factor para mejorar la calidad de vida integral individual y social, tomando en cuenta que cada individuo es factor de desarrollo de la sociedad; los problemas, entonces, se generan en el individuo y no en la estructura. De ahí la necesidad de la cohesionar a las personas para controlar los conflictos étnicos y la estabilidad social que permita seguir andando la acumulación de capital.
Un factor determinante para esto, según Walsh, son las .re-formas. educativas a través de las cuales se asume la .cultura occidental. para que penetren sus conceptos de modernidad, competitividad, valores, etcétera, en la nueva sociedad incluyente. Estas .re-formas. dictadas desde entidades como el PNUD o la UNESCO, también otorgan la administración de los conflictos a esas instancias. Como ejemplo de esto, la investigadora mencionó la reforma a la política educativa mexicana, donde se ponderan aspectos como el amor a la patria, la tecnología, las competencias, entre otros conceptos.
Para Walsh hay una tercera perspectiva de la interculturalidad, y es la .interculturalidad crítica., que no sólo es cuestión de .llevarse bien. y convivir, sino que también cuestiona la lógica del capitalismo y apunta hacia otra sociedad, transforma radicalmente las estructuras institucionales y las relaciones sociales, pues se trata de una proyecto político, ético y epistémico que no llega desde los Estados ni desde la academia, sino desde los movimientos indígenas andinos que surgieron en los años 80. .No existe, es algo por construir., señaló la investigadora.
Esta interculturalidad crítica se conecta entonces con el .decolonialismo. que pensando .desde. y .con. los pueblos indígenas y afrodescendientes intenta crear una nueva razón y humanidad que revierta la idea del eurocentrismo y colonialismo del conocimiento; el uso de la raza blanca y del varón occidental como jerarquía de poder; la valoración de la razón por sobre el sentir-existir como signo de humanidad; la colocación del hombre por sobre la naturaleza.
Son entonces, concluyó Walsh, la interculturalidad crítica y el decolonialismo proyectos enlazados y emergentes que además cuestionan el conocimiento único que ensalzan las universidades, pues construir decolonialidad es trasngredir, irrumpir y desmontar la matriz colonial.
Como ejemplo de todo lo anterior, Walsh giró literalmente el mapa del globo terráqueo y sobre esas proyección explicó que en un país como Ecuador, que se define predominantemente mestizo, su nueva Constitución tiene como eje transversal el concepto de .sumak kawsay. con que los pueblos quechuas definían el .buen vivir., uniendo lo tangible y lo intangible, viviendo en armonía y complementariedad, sin tener más ni menos que el otro.
.Es una concepción de política pública opuesta al capitalismo y el neoliberalismo, un esfuerzo epistémico, político y ético de pensar de otra forma el país., finalizó.
sociedades o culturas andinas difícilmente podrán interactuar con las culturas Europeas cuando en los intereses son muy antagónicas, mientras que los quechuas, Aimaras y los amazónicos podrían interactuar mejor.
Por eso, varios autores adviertan que atrás de las nuevas políticas latinoamericanas del reconocimiento e inclusión, juega una nueva lógica cultural del capitalismo global, una lógica que intenta controlar y armonizar la oposición con la pretensión de eventualmente integrar a los pueblos indígenas y negros dentro del mercado.3
por ejemplo, Quijano (1999); Walsh (2000); Zizek (1997). El hecho de que los reconocimientos constitucionales no existen aislados, sino que forman parte de un conjunto de políticas de tipo multiculturalista, tanto del Banco Mundial como de las empresas transnacionales, incluyendo el mismo OCP, da posible razón a esta advertencia. Así perpetua la falsa noción de que los pueblos indígenas sólo viven en el campo, en comunidades y territorios étnicamente homogéneos y, en cierta medida, apartada de la modernidad. Además, asume que todos los alumnos indígenas necesariamente asisten a programas bilingües, y sí no, sus necesidades educativas no se diferencian
miércoles, 5 de enero de 2011
La interculturalidad una forma de dominación del capitalismo
Los conceptos de interculturalidad y pluriculturalidad que predominan en América Latina siguen siendo herramientas de dominación al servicio del capitalismo porque en ellos no se piensa “con” ni “desde” las culturas indígenas y afrodescendientes, señaló Catherine Walsh, coordinadora del doctorado en Estudios Culturales Latinoamericanos de la Universidad Andina Simón Bolívar, en Ecuador, durante la conferencia inaugural de la Cátedra de Multiculturalidad que organiza la Universidad de Guadalajara (UdeG).
Para iniciar su ponencia, Walsh señaló que actualmente no son los proyectos de la izquierda tradicional en América Latina los que están aportando verdaderos elementos de conocimiento, sino que éstos vienen emergiendo de la base y las luchas de América Latina que parten desde el pensamiento ancestral, la resistencia al neoliberalismo y la idea de repensar y reconstruir las sociedades e incluso los Estados.
Es ahí donde han surgido las agendas políticas e intelectuales más importantes hoy en día, opinó la académica.
Así, planteó el rumbo de su conferencia, que desgranaría el concepto de interculturalidad, los ejes del pensamiento colonial y decolonial, y las relaciones entre interculturalidad crítica y decolonialismo.
Señaló que generalmente se entiende interculturalidad como el reconocimiento de la diversidad histórica etnico-cultural de un país o región, como el atender las demandas de los pueblos ancestrales y generar políticas de reconocimiento e inclusión constitucional para ellos.
Recordó incluso que en la década de los 90, el Banco Mundial pidió a los Estados el reconocimiento de sus etnias y culturas ancestrales, pero precisó que esas políticas y demandas tienen fines distintos a los que persiguen los pueblos originarios: la interculturalidad así entendida plantea una relación de intercambio entre las culturas y esta relación puede ser de igualdad o desigualdad, lo que limita la interculturalidad a un asunto de contacto entre distintas culturas y minimiza el problema que subyace en la relación entre ellas, señaló la académica.
Definió entonces esta interculturalidad como “utilitaria”, pues promueve el diálogo y la inclusión sin tocar las causas de la dominación.
Walsh precisó que existe también una perspectiva funcional de la interculturalidad, de la se desprenden conceptos como “pluriculturalidad”, que sólo promueve la convivencia entre culturas, y la “multiculturalidad”, que habla de tolerar e incluir la diversidad cultural, pero sin pensar en la desigualdad. “Ninguna cambia nada”, dijo.
En su opinión, estas perspectivas de la interculturalidad empatan perfectamente con los proyectos neoliberales y trasnacionales.
Para explicar mejor en este concepto, la académica abundó en las diferencias de la “multiculturalidad” que encierra la noción neoliberal de Estados Unidos y el “interculturalismo” europeo. El primero -señaló- se sustenta en la democracia liberal, en la libertad de mercado, en la tolerancia a la diferencia y en la diferencia misma como valor agregado para la venta; mercantiliza. El segundo se fundamenta en un “nuevo humanismo” de lo diverso y así humaniza el neoliberalismo y la globalización; como ejemplo de esto mencionó la declaración universal de la UNESCO sobre la diversidad cultural: “en nuestras sociedades cada vez más diversificadas, resulta indispensable garantizar una interacción armoniosa y una voluntad de convivir de personas y grupos con identidades culturales a un tiempo plurales, variadas y dinámicas. Las políticas que favorecen la integración y la participación de todos los ciudadanos garantizan la cohesión social, la vitalidad de la sociedad civil y la paz. Definido de esta manera, el pluralismo cultural constituye la respuesta política al hecho de la diversidad cultural. Inseparable de un contexto democrático, el pluralismo cultural es propicio para los intercambios culturales y el desarrollo de las capacidades creadoras que alimentan la vida pública” (Artículo 2. De la diversidad cultural al pluralismo cultural).
De estas formas de entender la interculturalidad se desprenden los que para Walsh son “paradogmas”, que tienen que ver con el desarrollo humano, la inclusión y cohesión social, que a su vez nuevas prácticas políticas para generar un “desarrollo humano integral” y una “educación intercultural”.
El “desarrollo humano integral” se entiende como factor para mejorar la calidad de vida integral individual y social, tomando en cuenta que cada individuo es factor de desarrollo de la sociedad; los problemas, entonces, se generan en el individuo y no en la estructura. De ahí la necesidad de la cohesionar a las personas para controlar los conflictos étnicos y la estabilidad social que permita seguir andando la acumulación de capital.
Un factor determinante para esto, según Walsh, son las “re-formas” educativas a través de las cuales se asume la “cultura occidental” para que penetren sus conceptos de modernidad, competitividad, valores, etcétera, en la nueva sociedad incluyente. Estas “re-formas” dictadas desde entidades como el PNUD o la UNESCO, también otorgan la administración de los conflictos a esas instancias. Como ejemplo de esto, la investigadora mencionó la reforma a la política educativa mexicana, donde se ponderan aspectos como el amor a la patria, la tecnología, las competencias, entre otros conceptos.
Para Walsh hay una tercera perspectiva de la interculturalidad, y es la “interculturalidad crítica”, que no sólo es cuestión de “llevarse bien” y convivir, sino que también cuestiona la lógica del capitalismo y apunta hacia otra sociedad, transforma radicalmente las estructuras institucionales y las relaciones sociales, pues se trata de una proyecto político, ético y epistémico que no llega desde los Estados ni desde la academia, sino desde los movimientos indígenas andinos que surgieron en los años 80. “No existe, es algo por construir”, señaló la investigadora.
Esta interculturalidad crítica se conecta entonces con el “decolonialismo” que pensando “desde” y “con” los pueblos indígenas y afrodescendientes intenta crear una nueva razón y humanidad que revierta la idea del eurocentrismo y colonialismo del conocimiento; el uso de la raza blanca y del varón occidental como jerarquía de poder; la valoración de la razón por sobre el sentir-existir como signo de humanidad; la colocación del hombre por sobre la naturaleza.
Son entonces, concluyó Walsh, la interculturalidad crítica y el decolonialismo proyectos enlazados y emergentes que además cuestionan el conocimiento único que ensalzan las universidades, pues construir decolonialidad es trasngredir, irrumpir y desmontar la matriz colonial.
Como ejemplo de todo lo anterior, Walsh giró literalmente el mapa del globo terráqueo y sobre esas proyección explicó que en un país como Ecuador, que se define predominantemente mestizo, su nueva Constitución tiene como eje transversal el concepto de “sumak kawsay” con que los pueblos quechuas definían el “buen vivir”, uniendo lo tangible y lo intangible, viviendo en armonía y complementariedad, sin tener más ni menos que el otro.
“Es una concepción de política pública opuesta al capitalismo y el neoliberalismo, un esfuerzo epistémico, político y ético de pensar de otra forma el país”, finalizó.
Para iniciar su ponencia, Walsh señaló que actualmente no son los proyectos de la izquierda tradicional en América Latina los que están aportando verdaderos elementos de conocimiento, sino que éstos vienen emergiendo de la base y las luchas de América Latina que parten desde el pensamiento ancestral, la resistencia al neoliberalismo y la idea de repensar y reconstruir las sociedades e incluso los Estados.
Es ahí donde han surgido las agendas políticas e intelectuales más importantes hoy en día, opinó la académica.
Así, planteó el rumbo de su conferencia, que desgranaría el concepto de interculturalidad, los ejes del pensamiento colonial y decolonial, y las relaciones entre interculturalidad crítica y decolonialismo.
Señaló que generalmente se entiende interculturalidad como el reconocimiento de la diversidad histórica etnico-cultural de un país o región, como el atender las demandas de los pueblos ancestrales y generar políticas de reconocimiento e inclusión constitucional para ellos.
Recordó incluso que en la década de los 90, el Banco Mundial pidió a los Estados el reconocimiento de sus etnias y culturas ancestrales, pero precisó que esas políticas y demandas tienen fines distintos a los que persiguen los pueblos originarios: la interculturalidad así entendida plantea una relación de intercambio entre las culturas y esta relación puede ser de igualdad o desigualdad, lo que limita la interculturalidad a un asunto de contacto entre distintas culturas y minimiza el problema que subyace en la relación entre ellas, señaló la académica.
Definió entonces esta interculturalidad como “utilitaria”, pues promueve el diálogo y la inclusión sin tocar las causas de la dominación.
Walsh precisó que existe también una perspectiva funcional de la interculturalidad, de la se desprenden conceptos como “pluriculturalidad”, que sólo promueve la convivencia entre culturas, y la “multiculturalidad”, que habla de tolerar e incluir la diversidad cultural, pero sin pensar en la desigualdad. “Ninguna cambia nada”, dijo.
En su opinión, estas perspectivas de la interculturalidad empatan perfectamente con los proyectos neoliberales y trasnacionales.
Para explicar mejor en este concepto, la académica abundó en las diferencias de la “multiculturalidad” que encierra la noción neoliberal de Estados Unidos y el “interculturalismo” europeo. El primero -señaló- se sustenta en la democracia liberal, en la libertad de mercado, en la tolerancia a la diferencia y en la diferencia misma como valor agregado para la venta; mercantiliza. El segundo se fundamenta en un “nuevo humanismo” de lo diverso y así humaniza el neoliberalismo y la globalización; como ejemplo de esto mencionó la declaración universal de la UNESCO sobre la diversidad cultural: “en nuestras sociedades cada vez más diversificadas, resulta indispensable garantizar una interacción armoniosa y una voluntad de convivir de personas y grupos con identidades culturales a un tiempo plurales, variadas y dinámicas. Las políticas que favorecen la integración y la participación de todos los ciudadanos garantizan la cohesión social, la vitalidad de la sociedad civil y la paz. Definido de esta manera, el pluralismo cultural constituye la respuesta política al hecho de la diversidad cultural. Inseparable de un contexto democrático, el pluralismo cultural es propicio para los intercambios culturales y el desarrollo de las capacidades creadoras que alimentan la vida pública” (Artículo 2. De la diversidad cultural al pluralismo cultural).
De estas formas de entender la interculturalidad se desprenden los que para Walsh son “paradogmas”, que tienen que ver con el desarrollo humano, la inclusión y cohesión social, que a su vez nuevas prácticas políticas para generar un “desarrollo humano integral” y una “educación intercultural”.
El “desarrollo humano integral” se entiende como factor para mejorar la calidad de vida integral individual y social, tomando en cuenta que cada individuo es factor de desarrollo de la sociedad; los problemas, entonces, se generan en el individuo y no en la estructura. De ahí la necesidad de la cohesionar a las personas para controlar los conflictos étnicos y la estabilidad social que permita seguir andando la acumulación de capital.
Un factor determinante para esto, según Walsh, son las “re-formas” educativas a través de las cuales se asume la “cultura occidental” para que penetren sus conceptos de modernidad, competitividad, valores, etcétera, en la nueva sociedad incluyente. Estas “re-formas” dictadas desde entidades como el PNUD o la UNESCO, también otorgan la administración de los conflictos a esas instancias. Como ejemplo de esto, la investigadora mencionó la reforma a la política educativa mexicana, donde se ponderan aspectos como el amor a la patria, la tecnología, las competencias, entre otros conceptos.
Para Walsh hay una tercera perspectiva de la interculturalidad, y es la “interculturalidad crítica”, que no sólo es cuestión de “llevarse bien” y convivir, sino que también cuestiona la lógica del capitalismo y apunta hacia otra sociedad, transforma radicalmente las estructuras institucionales y las relaciones sociales, pues se trata de una proyecto político, ético y epistémico que no llega desde los Estados ni desde la academia, sino desde los movimientos indígenas andinos que surgieron en los años 80. “No existe, es algo por construir”, señaló la investigadora.
Esta interculturalidad crítica se conecta entonces con el “decolonialismo” que pensando “desde” y “con” los pueblos indígenas y afrodescendientes intenta crear una nueva razón y humanidad que revierta la idea del eurocentrismo y colonialismo del conocimiento; el uso de la raza blanca y del varón occidental como jerarquía de poder; la valoración de la razón por sobre el sentir-existir como signo de humanidad; la colocación del hombre por sobre la naturaleza.
Son entonces, concluyó Walsh, la interculturalidad crítica y el decolonialismo proyectos enlazados y emergentes que además cuestionan el conocimiento único que ensalzan las universidades, pues construir decolonialidad es trasngredir, irrumpir y desmontar la matriz colonial.
Como ejemplo de todo lo anterior, Walsh giró literalmente el mapa del globo terráqueo y sobre esas proyección explicó que en un país como Ecuador, que se define predominantemente mestizo, su nueva Constitución tiene como eje transversal el concepto de “sumak kawsay” con que los pueblos quechuas definían el “buen vivir”, uniendo lo tangible y lo intangible, viviendo en armonía y complementariedad, sin tener más ni menos que el otro.
“Es una concepción de política pública opuesta al capitalismo y el neoliberalismo, un esfuerzo epistémico, político y ético de pensar de otra forma el país”, finalizó.
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