jueves, 10 de junio de 2010

baguazo - curva del diablo



EL PERU NO AVANZA, EN BAGUA HAY MATANZA


(Andres Chirinos)
¿Asesinar es una forma de avanzar? ¿Se puede reducir la pobreza matando a los pobres? Parece que al gobierno no le inquietara ninguna de estas preguntas y sigue enfrascado en su millonaria campaña en todos los medios informativos. Domina el Congreso, buena parte de la prensa y se siente enteramente satisfecho de todas sus actuaciones; lanza grandes campañas publicitarias al tiempo que lanza bombas y balas sobre la población más pobre del Perú.
Una vez más, como es costumbre desde hace 500 años, el Gobierno del Perú, respondió de la única forma que sabe responder a los reclamos indígenas: matando.
Para esta memorable actuación gubernamental se ha contado con el apoyo de un buen grupo de congresistas de la República que se ha burlado descaradamente de las demandas indígenas. Esta es la breve historia de 50 días de reclamos pacíficos que acaban convertidos en una sangrienta represión.
Hay indígenas muertos y policias muertos. Apenas escribo esto el Gobierno afirma que hay 11 policias muertos y “solo” 3 indígenas. No les creo. Al mismo tiempo leo una noticia de Bagua que afirma que se estaría “desapareciendo” los cadáveres de los nativos. Si esto se confirma, este solo hecho merecería la convocatoría urgente de elecciones adelantadas, además de las responsabilidades penales correspondientes.
Es decir ¿qué tipo de Gobierno sería un gobierno que ordena el asesinato de indígenas, después esconde los cadáveres y finalmente lanza una campaña mediática para protestar por la matanza de policías, al tiempo que señala que “sólo” hay tres indígenas muertos? Puede ser un gobierno de delincuentes, un gobierno de asesinos, lo que no puede ser es que un gobierno democrático actue de esa manera. Esperamos saber la verdad, cuanto más pronto mejor pero no nos cansaremos de averiguarla. El nivel de manipulación es tan impresionante que confieso tener temor que el Gobierno tenga previsto realizar otras acciones armadas con muertes y matanzas que dejen chicos los hechos de hoy. La situación en la estacion 6 de Petroperú me hace temer en este sentido.
Se entrevió que el debate que se venía era quién disparo primero –¿los indígenas o la policia?– iba a ser un debate que el gobierno sabe que finalmente iba a perderlo. Entonces ha pensado aplicar una estrategia más agresiva: el que golpea primero golpea dos veces. Mejor es proclamar que no solo no ha habido tal matanza de indígenas sino que “la verdad” es que la matanza es de policías… Se aplica el lema propagandístico del fascismo hitleriano: “la mentira mientras más grande sea más alto hay que gritarla”.
Ha habido violencia por parte de los indígenas, es innegable. Más allá de que si el derecho a la insurgencia es justificado o no… lo que es evidente es que si te quieren quitar tu territorio, si te ignoran, si te insultan, si se burlan de ti durante más de dos meses… y al día siguiente de la peor burla –el “pase” del Congreso– te mandan policias, bombas y balas desde el aire… entonces creo que no era muy difícil prever el resultado… Hay testimonios gráficos donde se ve a policias o militares disparando contra la gente, asesinando probablemente… ¿qué haríamos nosotros si vemos que están matando a nuestros amigos y parientes? Hay varias reacciones posibles, pero desgraciadamente cuando ya no confiamos en la justicia del Estado, una alternativa es tomar la justicia por nuestras manos. Sobre todo por parte de un pueblo indígena que debe su existencia al valor que tuvo en defenderse ante la agresión europea. Los awajun y wampis son descendientes de los jíbaros, que lograron resistir exitosamente la invasión española, invasión que solo buscaba esclavizarlos para explotar sus yacimientos de oro. También resistieron la explotación del caucho y consiguieron no ser exterminados como otros pueblos amazónicos, exterminados ante la indiferencia del gobierno de Lima. Los hechos de hoy hay que verlos en esta perspectiva, la de un pueblo que para su mantener su existencia siempre tuvo que luchar.
Creo que el gobierno peruano solo tuvo la intención de provocar lo que ha conseguido: una guerra. Es sabido que Alan García dirige personalmente muchos detalles de su gobierno, sobre todo aquellos que le interesan personalmente y debe estar satisfecho de los resultados logrados, al fin se ha vengado de la humillación que le causó la derogatoria de los dos decretos el año pasado, debió ser muy humillante después del alarde que protagonizó con sus tres artículos de la serie “El perro del hortelano”. La manipulación de la prensa servil (silencia y magnifica de acuerdo a sus instrucciones), las órdenes a sus ministros (Presidencia, Justicia, Ambiente, Interior, Defensa), sus maniobras en el Congreso, todo le ha salido perfecto. Para completar el “faenón” solo falta un pequeño detalle que ya está en marcha: con ayuda de la prensa servil hay que convencer, al menos a los limeños, de cuatro “verdades”: 1) no ha habido matanza de indígenas, la matanza ha sido de policías, 2) quienes apoyan la lucha indígena son en realidad terroristas, 3) no hay tal lucha indígena sino una actuación de organizaciones que están bajo las órdenes de intereses extranjeros; y 4) que finalmente lo que ha ocurrido obedece a un complot contra el Perú.
Lo importante es “avanzar” aunque sea a punta de matanzas. La idea es que los indígenas ya “se la hicieron” el año pasado en agosto y ahora no iba volver a ocurrir, no importaba el costo. Parece que el ego del Presidente vale más que las vidas de todos los amazónicos.
Hay muertos por ambos lados y personalmente lamento tanto las muertes de indígenas como de policias. Sin embargo, no puedo dejar de señalar a quién considero principal responsable de la matanza, tanto de indígenas como de policias: la élite gobernante peruana. Esa élite que ha manipulado las noticias del paro indígena desde que se inició, esa élite que actua desde el gobierno y desde el Congreso, desde cierta prensa servil. Esa élite gobernante que siempre ha sido insensible a la realidad indígena peruana. Esa élite que siempre ha pensado que mejor hubiera sido que nos colonizaran los ingleses, “porque así habrían terminado con todos los indios”. Esa élite que “piensa” –es un decir– que el principal atraso del Perú son los indígenas. Esa élite que está plenamente satisfecha con Alan García.
Ha quedado claro que al gobierno peruano le interesa muchísimo más la ganancia económica que sus decretos-leyes puede ocasionar a determinados grupos de poder que la vida de todos los indígenas peruanos.
Ha quedado claro que el gobierno una vez más, nos está empujando a una situación extrema. Ya no se trata de un enfrentamiento sólo con los amazónicos, se trata de que nos está llevando a una nueva guerra civil, el gobierno ha actuado como si los reclamos de los indígenas fueran de una pequeña minoría pero resulta que no parece darse cuenta que la mayoría de peruanos tenemos mucho de indígenas en nuestra sangre y en nuestro corazón.
Cualquier campesino pobre de la sierra o costa peruana, cualquiera de los millones de sus descendientes que viven en la ciudades sabrá ver que lo que se está haciendo hoy día en Bagua a los amazónicos awajun y wampis es lo mismo que le hicieron a Tupac Amaru en el Cusco, o lo que hizo el ejército a los campesinos en Cayara o Chumbivilcas, cuando también gobernaba Alan García entre 1985-1990: una masacre de indígenas, un genocidio.
Soy un peruano como creo que somos la gran mayoría, que no creemos que la solución a la marginación y miseria sea la guerra, tenemos muy vivo el recuerdo de la guerra pasada, creemos que para solucionar nuestros graves problemas debemos luchar pero hay otros medios de luchar –a no ser que lo que ocurra estos próximos días nos muestre que estábamos equivocados. También soy uno de los tantos peruanos –creo que somos la gran mayoría– que pensamos que hechos como los de Bagua de hoy día nunca deberían haber ocurrido y sin soberbia hubiera sido sencillo evitarlos.
Esperamos que haya personas esclarecidas –en ambos bandos– que reflexionen y hallen la manera de detener esta guerra de consecuencias imprevisibles. Una cosa debe tener clara el gobierno y todos los que le apoyan: somos mayoría los peruanos no estamos dispuestos a permitir matanzas de indígenas a cambio de mayores ganancias económicas que además, no son para los peruanos. Esta matanza no puede quedar impune. A nuestros hermanos awajun y wampis también decirles que el resto del Perú los apoya y nos solidarizamos con ellos pero no queremos la guerra, hay que buscar la forma de pararla. A los jefes policiales recordarles que tendrán que rendir cuenta ante la justicia por sus actuaciones. Los políticos que les ordenan es posible que consigan eludir sus responsabilidades huyendo a algún otro país… cuando pierdan las elecciones. Por supuesto, también nos solidarizamos con las familias de los policías muertos, seguramente muchos de ellos también tienen sangre y corazón indígena. Esto se debe acabar. El Presidente de la República, el Gobierno, el Congreso y todos sus acólitos se están deslegitimando haciendo gran daño al sistema democrático con su vergonzosa y criminal actuación. La Democracia no puede servir para legitimar matanzas, en ese caso la Democracia no nos serviría.
Hacemos también un llamado a los medios de información y periodistas que desde el inicio de la huelga han manipulado la información y se han puesto a las órdenes del gobierno. Tampoco eso debe quedar impune. ¿Por recibir los millones de publicidad del gobierno es justo que manipulen las noticias? ¿Por defender los intereses económicos de los dueños de los grandes medios de prensa? ¿Es justo vender la independencia informativa por el sueldo que te pagan? Montesinos pagó a los medios informativos, lo que se ha considerado delito. Puede ser que sea difícil encontrar responsabilidad penal en las vergonzosa actuación de muchos medios informativos pero es evidente que tienen una gran responsabilidad moral, cualquiera que haya seguido las noticias de la huelga amazónica mínimamente estos dos meses sabrá darse cuenta del papel jugado por la prensa servil: está dirigida directamente desde Palacio de Gobierno.
Al mismo tiempo hay que felicitar a los medios de prensa y periodistas que no se han plegado a ser servidores del poder económico. Han preferido informar y por ello están siendo perseguidos. Radios como La Voz de La Selva, Radio Capital, Radio Oriente o periódicos como La República son algunos de los medios que han mantenido independencia.
A los indígenas de todo el Perú: mantengamos la serenidad, el tiempo del abuso, de la explotación y de la matanza va a acabar, esa lucha –no nos cabe la menor duda– la vamos a ganar y para eso –para no demorar otros 100 años– necesitamos mantener la serenidad. El gobierno está provocando esta guerra y lo hace porque calcula que la va a ganar, no se lo debemos permitir. Debemos evitar, en lo que nos toca, que la matanza siga creciendo. En la medida que algunos indígenas respondan con balas o secuestros, en esa misma medida el Gobierno y sus seguidores intentan justificar esta y otras matanzas que probablemente estén ya planificadas. Las balas que algunos indígenas han usado, no pueden alcanzar a quienes ordenan estas matanzas, sino desgraciadamente solo a policías que pueden ser tan humildes como los mismos indígenas.
Seguramente hay indígenas que han usado armas contra la policía, pero en el diseño de la estrategia represiva del Gobierno si no hubiera habido respuesta violenta por parte de los indígenas el mismo Gobierno habría buscado la forma de provocar hechos violentos que justifiquen su actuación. Necesitaban policas muertos para justificar su matanza, así de macabro y frío resulta un Gobierno para quien los dólares de los inversionistas valen más que las vidas de muchos peruanos.
La verdadera lucha está en lograr hacer del Perú un país donde la forma de gobernar ya no sea la explotación, el desprecio y la muerte. De lo que se trata es de lograr una patría donde los pueblos indígenas, que seguimos siendo mayoritarios, ya no seamos ciudadanos de segunda o tercera clase a los que un Gobierno puede ordenar asesinar impunemente. Se trata de lograr una patría donde indígenas, cholos, campesinos, morenos, mulatos, chinos, blancos, blancones, criollos, costeños, quechuas, aymaras, amazónicos –“todas las sangres”– podamos convivir respetándonos, sin pisarnos unos a otros. No se trata de continuar con la Colonia, ni con la venta de los recursos al mejor postor, ni con el odio racial. A los que quieren eso para el Perú son a los que hay que detener, porque esos –y no los indígenas– son el verdadero atraso del Perú, los verdaderos enemigos de la democracia.